La discusión sobre cómo se pagará la construcción del muro fronterizo expresa los problemas de comunicación que está manifestando la Casa Blanca desde que Sean Spicer se hizo cargo de la SecretarÃa de Prensa. Tras asegurar ayer jueves que podrÃan imponer un impuesto fronterizo del 20% a todos los bienes producidos en México, Spicer ahora retrocede.
Hoy viernes le requirieron precisiones sobre esos dichos y optó por relativizarlos. "Lo del impuesto del 20% es solo una primera idea de muchas que hay, el impuesto podrÃa ser del 18% o incluso tal vez del 5%, incluso hay otras formas de recaudar que no necesariamente sea el impuesto a los productos mexicanos", señaló el vocero.
El giro ocurre porque en el Congreso se están incrementando las dudas sobre el financiamiento del muro en paralelo a que crece el cabildeo de firmas estadounidenses que operan en México y que se verÃan en dificultades con las propuestas anunciadas por Spicer.
El mensaje de Spicer está relacionado a que en el equipo de Donald Trump hay varios opositores a la idea del tax border. De hecho el propio presidente habÃa desestimado la idea durante la transición. Entre los argumentos que le señalan a Trump está el impacto inflacionario sobre la población de EU, la dependencia económica con México de por lo menos 20 estados y un futuro de múltiples contiendas en el marco de la OMC.
La idea original del equipo de transición era aplicar un impuesto extra de ganancias del 10% a todo producto importado. Ayer, según el anuncio del vocero, serÃa del 20% pero sólo para los productos que procedan de México. Ahora el panorama es de incertidumbre por el permanente zigzagueo en los dichos del vocero de la Casa Blanca.
El muro tendrá un costo de 15000 millones de dólares y hay oposición en el Senado para hacer ese desembolso de dinero. De ahà lo enfático que se muestra el nuevo presidente con la idea de que México pague la construcción.
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