Gabriela Michetti fue recibida este domingo por el rey de Arabia Saudita, Salman bin Abdulaniz-Al-Saud, quien le garantizó inversiones en energÃa, una de las mayores necesidades de Argentina.
La reunión fue en el imponente palacio real saudÃ, donde la vicepresidenta no se cruzó una sola mujer en la media hora que duró su visita. Llegó acompañada del secretario de polÃtica económica, Pedro Lacoste; el director de Relaciones Internacionales del Senado, José Ortiz Amaya; el embajador Sergio Cedra y el subsecretario de Comercio Exterior, Shunko Rojas.
Michetti presentó al gobierno de Mauricio Macri como un cambio de rumbo de Argentina y garantizó seguridad jurÃdica para las inversiones.
Y el monarca prometió capitales en comercio e industria pero sobre todo en energÃa, la principal fuente de recursos de su paÃs. "Arabia tiene experiencia en la explotación de hidrocarburos y es necesario que trabajemos juntos", habÃa dicho Michetti ayer, en entrevista a medios árabes.
También habló de otras apuestas económicas en Argentina como la que lleva a cabo la láctea Almarai en San Luis, donde planea sembrar hasta 17 mil hectáreas de alfalfa para abastecer a sus vacas lecheras.
Ante la caÃda estrepitosa de los precios del petróleo, el mayor desafÃo de Arabia Saudita es diversificar su matriz energética y crear mecanismos alternativos para generar agua, en un paÃs donde la lluvia puede demorarse seis meses en llegar.
Prueba de esa urgencia fue el protagonismo en la visita argentina de Abdulrrahaman Al Fadli, ministro de agua, medio ambiente y agricultura, quien esperó a Michetti con un agasajo en el aeropuerto de Riad y la felicitó tras su visita con el rey.
Además de hablar algunas palabras en español, que aprendió en sus veranos en Marbella, Salman bin Abdulaniz-Al-Saud celebró el inicio de la obra civil del rector nuclear de baja potencia que su Ministerio de Ciencia y Técnica desarrolló junto al Invap, la empresa de tecnologÃa situada en RÃo Negro.
La tecnologÃa de Invap es valorada por los saudÃes, que la asociaron a Invania, una compañÃa creada para abastecer problemas energéticos de la región con mayorÃa de capitales árabes.
Agenda energética
Por la tarde Michetti visitó la ciudad del Rey en Ciencia y TecnologÃa, el Ministerio en términos occidentales, donde su presidente, Turki bin Saud bin Mahammed Al-Saud, se mostró interesado en seguir contando con los servicios a Invap, representado en la reunión por su CEO Héctor Otheguy.
"Va a ser el primer reactor nuclear de investigación, que sirve para capacitar personal. Ya está hecha toda la ingenierÃa, se están fabricando los equipos y la obra civil se inicia en estos dÃas", explicó Othegui a LPO y a Infobae, únicos medios presentes en la gira oficial por medio oriente.
Michetti explicó que "Argentina está en una etapa de cambios, para ser un paÃs previsible", pero para evitar suspicacias aclaró que "hay cosas del anterior gobierno interesantes y buscaremos potenciarlas".
En la lúgubre sala de audiencias, poblada por movedizos asistentes vestidos con las clásicas túnicas blancas y turbantes en cuadrillé roja y claras, sÃmbolos de la ciudad musulmana, Turki bin proyectó un powert point sobre la importancia del reactor nuclear que hizo Invap y otros proyectos energéticos como una planta desalinizadora para generar agua mediante energÃa solar. Todo sea por ahorrar petróleo.
De eso se trató la siguiente reunión de Michettti con el presidente de EnergÃa Atómica y Renovable (Ka-Carae), Hashim Yamani, en su moderno edificio situado en el centro comercial de Riad y frente al Kingdom Center, el rascacielos más imponente de la capital saudÃ.
Ka-care fue creada por el reino en 2010 y tomó relevancia ante la urgencia de renovar la matriz energética. Frente a los funcionarios argentinos, Muhammad Garwan alentó el desarrollo de energÃas renovables, cuyas variantes en el paÃs fueron expuestas en un documental luego de la reunión. Arabia Saudita planea su primera central nuclear para 2026, está por licitar su localización e Invap quiere participar, sola o a través de Invania.
"Ellos reconocen la trayectoria argentina en energÃa nuclear y quieren saber, por ejemplo, como puede funcionar una autoridad regulatoria", explicó Otheguy. Justamente uno de los dos argentinos que trabajan en Kacare se dedica a la regulación, el otro a reactores de potencia.
Agasajo del prÃncipe
En una cena fugaz de no más de una hora y con un despliegue cinematográfico, el prÃncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Nayef bin Abdulaziz, homenajeó a Gabriela Michetti y a la delegación argentina, integrada por LPO, que arribó a las 20 horas en los modernos Mercedes Benz facilitados por la Casa Real.
Un cordón de granaderos con espadas en alto le dio paso a la vicepresidenta en las puertas del palacio, para la primera recepción en una amplÃsima sala donde las decenas de funcionarios saudÃes, todos con sus túnicas y turbantes blancos, no paraban de caminar y saludarse con besos, como si no se vieran hace años.
Tras un brevÃsimo saludo oficial, el celoso personal de protocolo arreó a todos hacia un salón lindero, igual de grande y fastuoso que el anterior, donde estaba lista la cena. Con los comensales parados, Michetti, el prÃncipe heredero y sus escoltas arribaron por una alfombra roja hacia la mesa principal, bien al fondo.
El menú de tres platos fue servido en menos de una hora, por mozos que caminaban a paso de carrera y levantaban cubiertos si alguien permanecÃa unos minutos sin tocar bocado.
La entrada fue un sushi con salmón, le siguió una pescado con vegetales y el plato central, carne con puré, siempre en porciones pequeñas. Una copa de jugo, otra de agua y otra de yogurth acompañaban cada plato y ni bien se vaciaban, los mozos las llenaban.
La mesa estaba cubierta de delicatesses saladas y en el centro un lechón con arroz reposaba en una fuente, que nadie tuvo tiempo a tocar. Fue decorativo.
Michetti pudo dialogar con prÃncipe heredero y en el resto de las mesas funcionarios argentinos y saudÃes intentaron conocerse en los pocos minutos disponibles. Cuando los mozos retiraron el postre (helado con alfajor) y ofrecieron frutas, el prÃncipe se levantó, sus funcionarios saltaron de sus mesas. La cena habÃa terminado.
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