No hay plazo que no se cumpla ni fecha que no llegue, y a seis semanas de que el ministro Arturo Zaldívar entregue la Presidencia de la Suprema Corte de Justicia, los distintos aspirantes a sucederlo operan para obtener la mayoría de votos de los 11 integrantes del Pleno. En el caso de la ministra Yasmín Esquivel su estrategia se ha volcado en reuniones con periodistas, como pudo saber LPO.

Con el propósito de dispersar la versión de que en Palacio Nacional la eligieron como su candidata para presidir la Corte, la ministra Esquivel Mossa se ha reunido con periodistas, productores y conductores de televisión, instalando en los medios su aspiración. Incluso, esta semana Carlos Loret de Mola publicó precisamente esta versión en su columna de El Universal, agregando al supuesto pacto a Loretta Ortiz.

"Según contaron las ministras en varios círculos del propio Poder Judicial a los que he tenido acceso, el presidente López Obrador les dijo que él quería que la nueva presidenta de la Suprema Corte fuera la ministra Esquivel, esposa de su constructor favorito, José María Rioboó. Que desde Palacio Nacional se haría todo lo posible por apoyar a la ministra Yasmín Esquivel", escribió el columnista estrella de la oposición.

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En el Pleno cayó muy mal la noticia de que Esquivel Mossa se está citando con periodistas para instalar su candidatura, y se desechó que esto sea posible. "A menos que nos amenacen como en su momento a Medina Mora, una presión a ese nivel, no ve cómo consiga la mayoría", confió a LPO un ministro de los que se autodenominan "judiciales puros" y cuya distancia con Palacio Nacional es notoria.

Hay dos grandes obstáculos en el horizonte para Esquivel. El primero se trata de un viejo pleito con el ministro Alberto Pérez Dayán que implicó al magistrado Jorge Camero Ocampo, amigo de ambos ministros y quien denunció que su hijo había sido maltratado en el Colegio Westhill, propiedad de Riobóo. Un escándalo que incluía denuncias por privación ilegal de la libertad a un menor de edad. Esquivel nunca perdonó esto.

Pérez Dayán integra a ese grupo dentro de la Suprema Corte que ve con recelo a los ministros que no hicieron una carrera dentro del Poder Judicial y que llegaron a una de las dos Salas por cuestiones políticas, como la propia Esquivel o Loretta Ortiz Ahlf. A los judiciales puros lo integran también los ministros Luis María Aguilar, Jorge Mario Pardo Rebolledo y Norma Piña Hernández.

Arturo Zaldívar, ministro presidente de la Corte.

Cuartoscuro

En el otro extremo, se localiza el grupo de los ministros de la Corte que lidera Arturo Zaldívar y cuya agenda obviamente está íntimamente vinculada con la Cuarta Transformación. Ahí se reúnen las ministras Esquivel, Loretta, y el ministro Juan Luis González Alcántara Carrancá. Prácticamente empatados, siendo el fiel de la balanza el ministro Antonio Ortíz Mena.

Este es el otro obstáculo de la candidatura de Esquivel, pues Ortíz Mena podría reunir simpatías en ambos grupos, y como la misma fuente confirmó a esta redacción, ha despuntado como el favorito para el proceso de sucesión de la Presidencia de la Corte. Sin embargo, semanas atrás trascendió la preocupación del ministro por el rumbo ascendente de los negocios de Sempra Energy con el gobierno de López Obrador.

Como reveló LPO, la empresa es conducida en México por su prima Tania Ortíz Mena. Además, el ministro es familiar también de la embajadora en Londres, Josefa González Blanco, que fue vapuleada semanas atrás en redes sociales por sus actividades en la capital del Reino Unido en compañía de uno de los hijos del presidente.