El mes pasado Andrés Manuel López Obrador propuso a Carmen Moreno Toscano para la embajada en Países Bajos y liberó así la estratégica subsecretaría que lleva la relación de la Cancillería con Europa, África y Asía.

Bárcena quiere designar allí a un allegado, especialmente para que la vacante no sea cubierta desde Palacio Nacional por la Primera Dama Beatriz Gutiérrez, que ya designó a Laura Carrillo en reemplazo de Maximiliano Reyes cuando este se fue a la fallida campaña de Marcelo Ebrard.

El problema es que los integrantes del Servicio Exterior Mexicano (SEM), o sea los diplomáticos de carrera, pretenden que esa posición sea para uno de ellos, un técnico y que, además, ya tenga rango de embajador.

Los diplomáticos, según mencionan en la Cancillería, traen una relación compleja con Martín Borrego, jefe de la oficina de Bárcena y que antes trabajaba con Reyes.

Es una determinación compleja porque hay embajadores de rango político que quisieran esa oficina. Uno de ellos es Jesús Seade, embajador en China que vería su regreso a la Cancillería como una buena oportunidad para tejer lazos con el staff de Claudia Sheinbaum.

Otro que suena es Esteban Moctezuma, pero por una situación a la inversa: LPO ya reveló que la relación del embajador en Washington con Sheinbaum no es buena y la candidata de la 4T pudiera pedir que sea reemplazado para ubicar allí a un emisario que ayude en sus relaciones con Estados Unidos.

Del ámbito diplomático se menciona a María Teresa Mercado, que era embajadora en Bolivia hasta mediados de este año y ahora despacha en el Instituto Matías Romero.