El gobierno de David Monreal no logra hacer pie. A la percepción de inseguridad que atraviesa el estado, se le sumó en las últimas semanas una crisis política de envergadura. Ocurre que el gabinete del gobierno estatal quedó fracturado en dos bandos que pujan por tomar el control de la gestión.

Por un lado están los funcionarios que responden directamente al gobernador. En ese grupo se inscriben los secretarios de Finanzas, Obras Públicas, Economía y Salud. Por el otro, los que responden directamente a la superdelegada Verónica Díaz Robles, un personaje central en la crisis de Zacatecas.

Verónica Díaz encabeza otro grupo de funcionarios, como el secretario de Desarrollo Social, Carlos Zúñiga. O de la SEP, Maribel Villalpando. También controla la estratégica Secretaría de Gobierno, a través de Gabriela Evangelina Pinedo. O la Subsecretaría de Ingresos.

Beatriz Gutiérrez Mueller, primera dama.

Díaz Robles formaba parte de la familia Monreal hasta hace unos años. Era la esposa de Luis Enrique Monreal, uno de los hermanos menores del gobernador. Y en las visitas que hacía AMLO a Zacatecas, estableció una relación de amistad personal con Beatriz Gutiérrez Mueller, la primera dama.

Ahora que ya está divorciada de Luis Enrique, el gobernador cree que desde Palacio Nacional la utilizan para fracturar el gobierno de la entidad. Por eso la responsabilizan de varias crisis, entre ellas la mala relación con los alcaldes -por no bajar recursos- y también con la prensa local, a quienes el coordinador de comunicación -cercano a Díaz Robles- maltrata.

En la bancada de diputados locales también señalan el creciente poder de Díaz Robles. Hace un puñado de meses, la diputada Priscila Benítez dejó la bancada de Morena al acusar que la delegada bajaba órdenes a la bancada bajo la amenaza de cortar los recursos en sus distritos.