Miguel Ángel Mancera está decidido a contraatacar. Ya lo hizo con Leticia Quezada, a través de su brazo político en el PRD: Héctor Serrano. El titular de la Semovi catalogó de mentirosa a la funcionaria que saltó desde el Gabinete a los brazos de AMLO.

Ahora, a través una filtración al diario El Universal, el Gobierno de la Ciudad acusa a Pablo Gómez de haber sido asesor de Mancera. En rigor, lo acusa de haber cobrado cerca de 800 mil pesos en 2014 por haber cumplido ese rol.

La acusación es llamativa, pues termina de consolidar un discurso ya instalado en la opinión pública: militantes, dirigentes, asesores e integrantes del Gabinete de la Ciudad ya trabajan por la candidatura presidencial de López Obrador.

La relación de Gómez con Mancera se mantuvo hasta septiembre de 2014, cuando el perredista se convirtió en representante del Sol Azteca ante el INE. El vínculo se mantuvo cordial hasta que Agustín Basave renunció a la presidencia del partido.

La Política Online reveló que en las negociaciones entre las tribus, Pablo Gómez era el elegido de Héctor Bautista -y avalado por el resto del bloque anti-chuchos, que incluye a Vanguardia Progresista- hasta la noche anterior a la votación en el Consejo Nacional. Incluso por encima de Barrales, una candidata menos "obradorista".

Pero algo pasó: Jesús Ortega le informó a Bautista que aceptaría a cualquiera de los postulantes. Esa apertura hizo que Serrano presionara a Bautista para cambiar de carta, desplazando a Gómez por Barrales.

Cuando se enteró de este cambio, Gómez sintió que Bautista lo había traicionado. Furioso, al día siguiente anunció su renuncia como representante ante el INE, y empezó de lleno a conformar la nueva corrientes Militantes de Izquierda -junto a Miguel Barbosa y Carlos Sotelo, entre otros- para empujar una alianza con AMLO.