La Cumbre de Alcaldes C40 toma fuerza. Todos los años se suman autoridades de nuevas ciudades y logra instalarse en la agenda de la prensa. Este año, en la Ciudad de México, se anunció que ya hay más de 90 alcaldes que participan en la promoción de acciones contra el cambio climático. "Sumamos 150 millones de habitantes entre todos y representamos un cuarto de la economía mundial", se jactó la parisina Anne Hidalgo, que desde hoy oficiará como presidenta del C40.

Pero más allá de la celebración y los anuncios optimistas, el fanstasma de Donald Trump sobrevuela en los pasillos del Hilton Alameda, sede del evento. Es, por lejos, el tema de conversación ante los micrófonos y también entre los invitados.

En el plenario de apertura que encabezó el anfitrión Miguel Ángel Mancera, se escaparon algunas bromas que demuestran el nerviosismo general que impone el todavía difuso programa de gobierno del magnate neoyorkino, que se atrevió a denunciar que el cambio climático era un "invento" de los chinos para forzar a Estados Unidos a reducir su capacidad manufacturera.

Más allá de los anuncios optimistas, el fanstasma de Trump sobrevuela en los pasillos del Hilton. Es el tema de conversación ante los micrófonos y también entre los invitados.

Quien intentó llevar un poco de tranquilidad fue su coterráneo Micheal Bloomber, presidente del consejo de administración del C40 y figura excluyente del evento. El ex alcalde de Nueva York dijo que estaba claro qué postura tomaría Trump una vez que asuma, pero que los alcaldes en conjunto tenían la posibilidad de realizar sus agendas sin apoyo de los gobiernos federales.

"Si sumamos nuestras economías, en este momento ya superamos la sumatoria del PIB de Estados Unidos y la India juntos", explicó.

Michael Bloomber, ex alcalde de Nueva York.

LPO

Luego soltó un comentario alentador sobre el futuro, mientras tiraba un dardo venenoso hacia Barack Obama: "Si Trump hace un poquito más que lo que se viene haciendo en los últimos ochos años en los Estados Unidos, entonces con muy poco será un logro". Todo el auditorio se río de su ácida humorada.

Si Trump hace un poquito más que lo que se viene haciendo en los últimos ochos años en EU, entonces con muy poco será un logro

Otro que se burlaría sin timidez del tema del momento sería el alcalde de Río, Eduardo Paes, que entregaba la presidencia a Hidalgo. "Podríamos poner un nuevo lema a nuestra organización: Make our cities grate again -en referencia al slogan de campaña de Trump, Make America Grate Again-.

Al recibir la presidencia, la diplomática Hidalgo se deshizo en elogios con Mancera, a quien le reconoció la valentía de tomar medidas antipática pensando en los beneficios de la mayoría de la población. En broma, o no tanto, promovió además la candidatura presidencial de Paes. "Lo estoy hablando con Trump", volvió a ironizar el brasileño.