Una gran incertidumbre para el equipo de Andrés Manuel López Obrador es el voto en Veracruz, uno de los territorios donde Morena pelea fuertemente y por ello, el cierre de campaña de este sábado se perfilaba como un evento masivo que mostrara la fuerza de Morena e impulsar a Cuitláhuac García. Pero la convocatoria no alcanzó los niveles esperados.

A la misma hora en que México disputó el partido contra Corea, y en el cual resultó vencedor con dos goles, el político tabasqueño realizó su cierre de campaña en tierras veracruzanas. La expectativa era alta, pues lo realizaron en el estadio de los Tiburones Rojos -en donde festejaron juntos el gol del Chicharito- con una capacidad de más de 50,000 personas. 

En Veracruz, que representa el tercer padrón electoral más robusto del país, las encuestas muestran en su mayoría un empate técnico entre Miguel Ángel Yunes Márquez, hijo del actual gobernador y García. En los sondeos de Morena, el primero sobrepasa los 30 puntos y el morenista roza los 40.

Por eso, reunir alrededor de 50,000 personas este sábado era clave para López Obrador. Si bien sus números ponen a su candidato a ocho puntos de distancia, son conscientes de la fuerte maquinaria del gobernador. Sin embargo, de acurdo con el cálculo del propio Scherer, no llegó ni a la mitad, con al rededor de 20,000 simpatizantes reunidos. 

Ya en el mitin, García denunció que el Gobernador panista boicoteó la movilización de los simpatizantes de Morena, denuncia que fue respaldada por el coordinador de campaña de esa región, Julio Scherer, quien aseguró gobernador bloqueó el paso de los camiones que transportaban a los simpatizantes de Morena desde varios municipios, y amenazó a los transportistas con quitarles la concesión si trabajaban para Morena.

En el apresurado discurso de López Obrador, por el curso del partido futbolístico, el candidato presidencial volvió a arremeter contra el gobierno local por querer imponer a su hijo para sucederlo, pero aseguró que " va a ser goliza, la del primero de julio".