La salida de Silvano Aureoles abrió una crisis en el Frente. Se trata de uno de los pocos gobernadores del PRD, que expresó públicamente su apoyo a José Antonio Meade, un verdadero golpe para Ricardo Anaya, quien ya tenía planeado instalar la idea de un proceso de polarización con Andrés Manuel López Obrador.

El problema es que la salida de Aureoles confirma que Los Pinos hará todo lo posible para evitar la llegada del queretano al poder, pese a las versiones que habían empezado a circular sobre un presunto pacto entre el PRI y el PAN. Hasta el momento, todas las señales va en contramano.

La expresión de Aureoles, además, encendió alarmas en el entorno de Anaya, porque la potente operación de Los Pinos podría generar un efecto cascada en otros players de la coalición. Con esa expectativa jugó esta mañana el propio Silvano.

"Sé que hay algunos, por informaciones que tengo, que quisieran decir lo mismo que yo dije. Pero no siempre se tiene el arrojo para decirlo, porque es un decisión nada sencilla. Me quieren linchar, sobre todo los mediocres", lanzó en una entrevista con Noticias MVS. Una verdadera daga al corazón de la estrategia frentista.

Sus palabras apuntan, sobre todo, a Graco Ramírez y Arturo Núñez, pues son los otros dos gobernadores del PRD. Hasta el momento ninguno de los dos mandatarios se expresó sobre la decisión de Aureoles. Y en Morelos no existe alianza entre el PAN-PRD. ¿Jugará Graco por debajo del agua con Meade? ¿Acaso hará alguna expresión pública? Está por verse.

"La iniciativa de crear un Frente era con el objetivo de que nos permitiera hacer las reformas que el país necesita, no para conformar una mayoría aritmética para que alguien se convirtiera en candidato según sus propias ambiciones. Secuestraron al Frente", justificó Silvano su decisión.

"Anaya tiene pura verborrea, es un experto en decir puras mentiras, de eso tiene mucha fama. Y si quieren expulsarme, pues no va a haber quien quede para cerrar la puerta del partido", acusó.