El acuerdo entre Alfonso Navarrete Prida y Javier Corral generó mucho ruido mediático. Es que después de dos semanas de una extraña caravana por todo el país, el gobernador de Chihuahua consiguió un compromiso del Gobierno Federal para enviar los 900 millones de pesos que reclama.

No fue el único logro de Corral: la Segob también se comprometió a avanzar con todos los pedidos de extradición contra César Duarte, algo que en rigor ya venía avanzando por la propia presión que desató el mandatario chihuahuense.

Sin embargo, el acuerdo incluyó un punto polémico que generó mucha suspicacia: Corral también se comprometía en ese mismo pacto a trasladar a Alejandro Gutiérrez a un penal federal, como solicitaba su defensa por presuntos malos tratos y torturas para declarar en contra de altos personajes del PRI.

Hay que recordar que Alejandro Gutiérrez fue un cercano colaborador de Manlio Fabio Beltrones, y desde el penal habría declarado que el dinero girado por la Secretaría de Hacienda -en ese momento a cargo de Luis Videgaray- se utilizaba para campañas de candidatos priistas -el dirigente nacional de entonces era Manlio Fabio-.

¿Por qué Corral aceptó el traslado a una penal federal?, se preguntó la prensa y gran parte de la oposición. ¿Acaso selló un acuerdo de impunidad a cambio del dinero que se adeudaba a su entidad?

"Corral no se vendió, porque se obtuvieron las demandas totales y absolutas que estaba reclamando el pueblo de Chihuahua: los 900 millones adeudos y las órdenes de extradición para César Duarte", lo defendió su Jefe de Gabinete, Gustavo Madero.

Y agregó: "El argumento es que pueda ser transferido, eso dicen que se concedió. Pero Alejandro Gutiérrez seguirá en Chihuahua y cuando esto suceda, seguirá vinculado a proceso con un año de prisión como está hasta ahorita, en Chihuahua y la custodia seguirá siendo atendida en el orden del fuero común aquí en chihuahua".