Se va a negar hasta el cansancio, pero el regreso de Marcelo Ebrard a la política activa de México le mete un condimento casi novelesco a las próximas elección. Como una suerte de Conde de Montecristo que regresa en busca de justicia o de venganza. La historia de enconos y acusaciones de traición ocupan un lugar importante en esta historia.

Miguel Ángel Mancera siempre negó que hubiera una persecución contra su antecesor. Pero Ebrard -su círculo más cercano- apunta contra el Jefe de Gobierno, por haber colaborado con Los Pinos para intentar abrirle causas que los marginen de la vida política mexicana.

"Pusieron mucho énfasis en el cuestionamiento de parte de la autoridad de lo que fue mi gestión pública. Después de casi 6 años, no hay ninguna causa abierta y eso no es porque no se haya querido, sino porque no hubo elementos. Pocos casos hubo de tantos procedimientos e investigaciones, como hubo en mi contra", recordó Ebrard en entrevista con Ciro Gómez Leyva.

Por supuesto, su regreso genera nerviosismo en el Gobierno de la Ciudad, pues intuyen que de perder el territorio en las próximas elecciones, podría haber represalias. "Mancera tendrá que responder por lo que haya hecho", fue el mensaje del ahora coordinador electoral de López Obrador.

Y arrojó otra frase dura, aunque siempre diplomática: "Para hacer política tienes que separar emociones. No puedes estar anclado en eso. Como Jefe de Gobierno jamás usamos contra ningún adversario político. La peor cosa que puedes hacer, es utilizar los instrumentos del poder para ajustes de cuentas o para perseguir opositores. Pienso que eso siempre sale mal y deterioras las cosas. No estoy atento a la lista de los rencores que yo pueda tener".

Cuartoscuro

Hay que recordar que Marcelo Ebrard tuvo que dejar el país en 2015, después que se le negó una candidatura a Diputado desde el PRD primero -justamente se le reprocha a Mancera que haya negociado para bajarlo- y luego desde Movimiento Ciudadano para dejarlo sin fuero, justo cuando se le abrían diversas causas judiciales, con eje en la Línea 12.

Ebrard se exilió en París unos meses y luego se radicó en los Estados Unidos, en donde trabajó como consultor de Antonio Villaraigosa, ex alcalde de Los Angeles y actual candidato a gobernador de California. Desde hace un año, viaja a México de visita, pero siempre manteniendo un perfil bajo.