La Asamblea del PRI no está defraudando. Sobre todo la mesa de Campeche, que definirá la ruta de selección del candidato presidencial de 2018. Con debates calientes, cruces imperdibles y propuestas encontradas, empezaron a llegar las definiciones.

Acaso una de las más interesantes, y en donde se vio una presión evidente de los "rebeldes" sobre la aristocracia priista fue la iniciativa para prohibir la reelección permanente de los candidatos vía método proporcional, es decir los famosos "pluris".

Son muchos los casos, y muy conocidos, de importantísimos políticos del PRI que han hecho una robusta carrera sin haber ganado jamás una elección. "Los que estamos en las calles y sabemos ganarnos los votos pedimos que se limita la elección vía pluri", gritaban.

Ivonne Ortega fue una de las impulsoras de este proyecto, que finalmente fue aprobado por abrumadora mayoría. El proyecto proponía que aquellos diputados o senadores -federales o locales- que hayan cumplido con su mandato de cargo electivo vía pluri ya no podrán ocupar ningún otro cargo por el mismo método. 

Se intentó contraponer un proyecto similar, pero cuya redacción dejaba lugar a confusión y fue rechazada a los gritos por la mayoría de los delegados. Esa iniciativa proponía la prohibición a ser reelecto vía pluri para la misma "cámara". Quedaba así abierta la rendija para que un diputado pueda ser luego senador, y al revés.

"Fuera los chapulines pluris", gritaban los delegados. La dirección de la mesa, a cargo de Juan Carlos Marín -un hombre clave en la elección de Edomex, que se ganó la entera confianza de Enrique Peña Nieto- pidió un cuarto intermedio, pero volvieron los gritos: "¡Votación, votación!". 

Apenas unos minutos más tarde, el resultado sería abrumador. Desde ahora, algunos de los más encumbrados priistas dejarán de tener garantizado sus posiciones permanentes de poder. O al menos tendrán un camino más desafiante.