En 2018, a los pocos meses de que Andrés Manuel López Obrador ganó la presidencia, el consultor electoral Antonio Solá brindó una entrevista en Argentina en la que habló bien del tabasqueño y hasta dio a entender que él había colaborado en la campaña. Algo que todos los que participaron de ese comando niegan.

En esa ocasión televisiva el mensaje de Solá transitó sin mayores percances porque justamente era entrevistado por un animador de entretenimiento y deporte que ignoraba que Solá estuvo en el War Room de Felipe Calderón del 2006 y fue uno de los artífices de la campaña del miedo contra López Obrador.

Desde ese 2018 hasta el presente el español intentó constantemente trabajar para Morena pero siempre se encontró o con vetos por su historia del 2006 o directamente con falta de recursos: Solá es uno de los consultores más caros del mercado.

Esa sequía en el campo oficialista puede llegar a su fin en los próximos meses porque Solá ya tendría acordado trabajar con el Partido Verde, entendimiento que se formalizó esta semana en una cena en el hotel Presidente de Polanco con Jorge Emilio González Martínez, mejor conocido como "El Niño Verde".

El gurú tendría a su cargo las campañas en las que el Verde va desligado de Morena. Sería su primer acercamiento formal al mundo de la 4T. Su apuesta es, concretamente a través de este partido satélite, acomodarse para eventualmente colaborar con Claudia Sheinbaum.

No será fácil porque en el entorno de la candidata entienden que Solá es un consultor con prácticas antiguas y propias de las campañas del siglo XX. De ahí el interés en contratar al más contemporáneo Antoni Gutiérrez Rubí, que viene de perder las elecciones con el peronismo en Argentina.