Hace poco más de mes y medio tuvo lugar la manifestación "El INE no se toca", donde los convocantes del PAN, PRI y PRD advirtieron sobre los cambios constitucionales que la 4T buscaba hacer, entre otros organismos, al Tribunal Electoral Electoral del Poder Judicial. Ahora eso no parece importar.

Al menos así lo advirtieron a esta redacción en la cúpula del PAN apuntando contra Marko Cortés Mendoza, luego de que tanto diputados como senadores panistas expresaron su rechazo a las reformas propuestas por los aliados de la 4T en el Congreso de la Unión y respaldadas por la coalición legislativa Va por México.

La molestia no sólo radica en la contradicción con el espíritu de "El INE no se toca". De acuerdo con esta versión, se trata de una típica jugada del dirigente nacional del PAN en turno -en este caso Marko Cortés Mendoza, ahora contra el Tribunal Electoral- para mantener el control de la sucesión en la presidencia del partido.

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Así como Alito Moreno Cárdenas necesita prolongar unos meses para influir en la decisión de la candidatura presidencial de la alianza de PAN, PRI y PRD, del mismo modo el Consejo Nacional de Morena decidió extender el mandato legal de Mario Delgado un año más porque su relevo se cruza con la sucesión presidencial.

Dentro del PAN, aseguran que rumbo a su relevo en octubre de 2024 Marko Cortés ha perdido el respaldo de los "padroneros", caciques panistas en los estados que con las firmas de la militancia respaldan o rechazan a quienes integran cada nuevo Comité Ejecutivo Nacional y Estatal. Bajo el liderazgo de Marko, el partido se ha empequeñecido.

Tamaulipas, Puebla, Baja California Sur, Nayarit, Quintana Roo, e incluso Baja California dos veces, dejaron de ser gobernados por el PAN durante la dirigencia del michoacano, pese a los aires de triunfo en 2020, 2021 y 2022. Tras cada elección, Marko ha dicho que su partido "detuvo a la 4T" y "ganó la zona metropolitana".

Marko Cortés del PAN, entre Jesús Zambrano del PRD y Alito Moreno del PRI.

Cuartoscuro.

Los "padroneros" del PAN en Guanajuato, Chihuahua, Querétaro, Yucatán y Aguascalientes nunca se tragaron ese cuento, pero la sobrevivencia los hizo promover a Marko ante Adriana Dávila o Gerardo Priego, quienes lograron que en febrero de 2022 el Tribunal Electoral determinara que "no hubo equidad" en la reelección de Cortés. Algo que no olvida el michoacano, y un golpe que ha devuelto a los magistrados sumándose a la 4T. 

A quien se acerca para conocer su pronóstico de cómo entregará el partido, Marko asegura que no importa el desprestigio del PRI de Alito Moreno o la nula operación del PRD a nivel nacional, porque Va por México ganará la Ciudad de México en 2024, olvidando las elecciones estatales en las que comandó al PAN y la elección presidencial de 2024, donde no son favoritos. Eso sí: en espera de buenas noticias en el Estado de México y Coahuila.   

De ahí la molestia de los "padroneros", quienes no confían en respaldarlo de nuevo para la confección de las listas de plurinominales al Congreso en 2024, y sólo ven en el intento de limitar las atribuciones del Tribunal Electoral la preparación de un severo conflicto por la sucesión, donde intentarán imponerse los gobernadores Mauricio Kuri, Maru Campos y Diego Sinhue Rodríguez, y caciques como Cabeza de Vaca o Martín Orozco.