El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, entregó al Congreso estadounidense un paquete de guerra total por 105,000 millones de dólares, donde se pide la aprobación de 13,600 millones para tratar la crisis migratoria y tráfico de fentanilo desde la frontera de México.

La directora de la oficina del Presupuesto de la Casa blanca, Shalanda Young, detalló que estos más de 13,000 millones se distribuyen en la intención de financiar 1,300 agentes más de la Patrulla Fronteriza, 1,000 oficiales de asilo, más de 370 jueces de migración y 1000 elementos de seguridad pública adicionales

Asimismo, se plantean 100 máquinas de detección con tecnología de punta para frenar el paso de fentanilo, así como capacidades de investigación para prevenir que los cárteles trasladen más de esta droga a su país.

Asesores congresistas señalan que una clave para conseguir la aprobación bipartidista de este paquete es justo este apartado, ya que los republicanos han estado a la ofensiva argumentando que la frontera se mantiene abierta para alimentar la crisis de los indocumentados y el paso de drogas.

Biden también se muestra bajo presión de alcaldes demócratas en Nueva York, Chicago, Texas y otras ciudades que se muestran en dificultades para sostener los costos de alojar y atender a miles de nuevos indocumentados.

Se especula, además, que esta solicitud es tres veces mayor a la suplementaria de emergencia para la frontera que Biden presentó hace un mes, por lo que se podría tratar solamente de una maniobra política.

En otros rubros busca destinar hasta 61,000 millones de dólares para el conflicto entre Rusia y Ucrania, 14,000 millones para más asistencia a Israel, así como 7,500 millones para enfrentar a China en Asia y 9,000 millones para asistencia humanitaria en general.