Andrés Manuel López Obrador explicó este miércoles que el asesinato del recién nombrado subadministrador de Operación Aduanera de Manzanillo, fue consecuencia de la estrategia antidrogas contra Estados Unidos. Un caso que generó malestar en la Marina y Estados Unidos y que ocurrió a días de la visita de la asesora de seguridad de EU.

El tema fue abordado durante la conferencia matutina de este miércoles, cuando el presidente habló sobre su reunión con Elizabeth Sherwood-Randall la tarde de ayer, en donde tomó centralidad el fentanilo y la defensa de las acciones mexicanas contra esta droga. Curiosamente, fue así que hizo esta mención, acaso como una especie de prueba de que su gobierno está accionando al respecto.

"Hace 3 días levantaron a un subdirector administrativo en el Puerto de Manzanillo, precisamente por las medidas que se están tomando de control y lo asesinaron", dijo en su conferencia matutina.

Crimen en la Aduana de Manzanillo golpea a Palacio y genera malestar en la Marina

El presidente tocó el tema de pasada, enfatizando más bien en que además de tratar lo que México está haciendo, también exigió que en Estados Unidos no se use la problemática del fentanilo con propósitos "politiqueros". Insisto que en el país no se produce la droga sino en Asia, matizando esta vez sus acusaciones directas contra China, país que también ha negado ser responsable de esta producción.

Sin embargo, a pesar de la breve mención sobre el crimen en Colima, se trata de un tema que tomó centralidad en los últimos días en Palacio Nacional, pues abrió un fuerte malestar en Marina, que se opone al nombramiento de civiles para ese cargo ante la exposición con el crimen organizado.

Se trata de Sergio Emmanuel Martínez Covarrubias, que fue promovido por el jefe de Aduanas y ex mandamás del Corredor del Istmo, Rafael Marín. El funcionario llevaba apenas dos semanas al cargo cuando fue secuestrado el pasado domingo y al día siguiente su cuerpo fue localizado en la orilla de la Carretera Manzanillo-Cihuatlán, con señales de haber recibido impactos de balas.

Además, el crimen ocurre en un puerto que está en la mira de Washington, donde lo ubican como un importante punto de ingreso del fentanilo, motivo por lo que las autoridades estadounidenses tampoco estaban de acuerdo con los cambios militares por civiles.