El próximo lunes Jaime Rodríguez Calderón se volverá a cruzar con el presidente Enrique Peña Nieto. Será en Ciudad de México con motivo de un anuncio referido a la reforma educativa. Tendrán un encuentro a solas y el gobernador espera volver a cabildear por los proyectos que requieren apoyo de la Federación y cuyo deadline para tramitarlos es el 31 de julio.

En la previa a esa cita el Bronco compartió un juego de las Series Mundiales con Carlos Slim, en Guadalajara. El encuentro fue facilitado por el financiero Carlos Bremer quien convoco al gobernador el jueves por la noche cuando este todavía se encontraba despachando cuestiones de su administración.

Ambos encuentros están conectados a la probabilidad de que el Bronco busque la presidencia en el 2018. La negociación con el presidente ahora está más enfocada en los recursos que el Estado requiere para que el gobernador pueda hacer un buen papel. Para el gobernador esos temas van antes que cualquier planificación de despliegue territorial. Todo la comunicación con Los Pinos transcurre bajo el mismo precepto: no quiere perder lo que logró en Nuevo León.

El trato con Slim es más distendido pero es otra relación estratégica en un momento de definiciones y que el Bronco cultiva a través de su hijo Patrick, actualmente a cargo de la cadena Sanborns.