Con motivo de un nuevo aniversario del PAN, Ricardo Anaya inicia su gira por Nuevo León donde lo esperan en busca de señales sobre candidaturas y preferencias de cara a 2018 en la entidad.  El líder nacional viene asegurando a quienes le preguntan que el momento es anticipado y que está más preocupado por la imagen de algunos alcaldes panistas en los últimos meses.

Si bien Anaya demostró en la última elección su músculo político y quedó como el gran ganador, sigue siendo una figura eminentemente partidista, que le otorga un valor considerable a las ideas, los discursos y las posturas. Es habitual que se diferencia del PRI al decir que se trata de un partido sin un rumbo claro en materia de ideas políticas y económicas.

En este marco es esperable cierto malestar con las figuras de Mauricio Fernández (alcalde de San Pedro Garza García) y Víctor Fuentes (alcalde de San Nicolás). Ambos ediles exhiben desde hace semanas un discurso plagado de ideas que para Anaya atrasan como la insistencia con los reglamentos de tránsito que perjudican a los empresarios, la intención de Fuentes de que su policía municipal "dispare primero y pregunte después" o las recientes aventuras de Mauricio como un plan de infraestructura que pareciera demasiado cercano a la voluntad de los constructores (esto por no mencionar la posibilidad de registrar a las empleadas domésticas o que meses atrás la policía se tiroteo con unos jóvenes que llevaban un gramo de mariguana).

Anaya vibra en frecuencias muy distintas cuando habla de inversión social para limitar la inseguridad, educación inclusiva, apoyos a los empresarios y desarrollo urbano sustentable. En definitiva, el guión de la centro derecha latinoamericana que hoy reflejan Juan Manuel Santos en Colombia o Mauricio Macri en Argentina. En comparación, el discurso de los alcaldes regiomontanos parece del "Far West".

Tanto en los casos de San Nicolás como en San Pedro se espera alguna definición de Anaya. Fuentes tiene una dura interna con Zeferino Salgado, que se estaría acercando a Jaime Rodríguez y Mauricio ya habría dado señales de que no va por la reelección en 2018.

En el tablero electoral quedan otras definiciones, como es la de la candidatura al Senado. Aspiran a la misma figuras como Felipe de Jesús Cantú, Rebeca Clouthier (en caso de que no termine de estar convencida de presentarse en San Pedro) o Arturo Salinas que mantiene esta idea aunque hace poco una encuesta le dio un nivel de conocimiento menor al 4%.

En tanto sobre la alcaldía de Monterrey aparecen aspirantes como el diputado federal Balatazar Martínez o el ex alcalde de Santa Catarina Víctor Pérez.

El problema es que Anaya trae una agenda cargada y el único momento para arrancarle alguna idea sería en una comida con los alcaldes donde podría tener algún encuentro a solas.