En medio de golpeteos internos y dudas ante los resultados electorales  Mauro Guerra se declaró listo para su reelección como dirigente estatal del PAN tras renunciar al cargo en la tarde de ayer lunes. El dirigente estatal respaldado por Raúl Gracia inicia el proceso con el aval de los grupos de San Nicolás (Zeferino Salgado) y Santa Catarina (Víctor Pérez).

Estas dos figuras del panismo regio creen que cuando Guerra gane, a partir de la debilidad reciente de Gracia (producto de la derrota en San Pedro y la judicialización de Monterrey y Guadalupe), podría negociar mejores posiciones para sus respectivos grupos de influencia. 

En este sentido Guerra es un dirigente muy cómodo porque opera bajo la lógica de siempre tener un respaldo: si es Gracia, Salgado o Pérez es lo de menos. Su principal motivación es permanecer. Una actitud que también habla de su densidad política: hasta el minuto final de la integración del Congreso seguía diciendo que era posible un acuerdo PAN-Morena. 

Provisionalmente, Iván Medrano Téllez fue registrado como presidente interino de Acción Nacional en Nuevo León, y Hernán Salinas Wolberg (satélite de Gracia) fungirá como secretario General para coordinar las elecciones internas que se aplazaron tras los procesos jurídicos que se pelean en Guadalupe y Monterrey.

El proceso de elección está previsto para el 15 de noviembre, fecha en la que se espera tener un panorama claro sobre la decisión final de los Tribunales sobre las alcaldías que aún se contienden.

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Desde semanas antes de la noche del 1 de julio Zeferino Salgado ya hablaba de barrer a Guerra del control. El alcalde electo de San Nicolás entiende que Gracia tiene que pagar el costo de la derrota electoral y del revés judicial en los dos principales municipios del estado. 

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Frente a esto, aparece una variable de la vieja guardia panista representada por Fernando Canales, quien meses atrás se mostraba fuerte en sus intenciones de dirigir al PAN de Nuevo León al tener en la ecuación nacional una figura como Carlos Medina Plascencia. Sin embargo, las posibilidades han adelgazado luego de las dudas en las elecciones de Monterrey y Guadalupe.