Los 42 curules ya fueron distribuidos para los partidos y la etapa de decidir a los coordinadores de bancada comienza en la política regiomontana. Aunque en un principio todo parecía resuelto, vuelve a la mesa la discusión de quién será el líder del ahora pequeño grupo priista: Marco González o Francisco Cienfuegos.

Aunque todo indicaba que la labor sería tomada por el actual alcalde de Guadalupe mientras que González se encargaría de la mesa directiva del Congreso, después del resultado de las elecciones, al interior del PRI todo ha regresado a un punto inicial. Nadie esperaba la debacle actual.

Las primeras percepciones sugerían que González, aún coordinador de la actual legislatura, contaba con la imagen favorable de ser uno de los dos tricolores que logró librar el tsunami morenista en las elecciones a diputados locales. Su amplia ventaja y la victoria que logró para José Antonio Meade en su distrito juegan a su favor.

Dentro del esquema de figuras del PRI a nivel estatal, González es también más cercano a Jorge Mendoza y a Pedro Pablo Treviño, a quien brindó gran parte del apoyo recibido cuando este llegó como dirigente en Nuevo León.

Contrario a esto, Cienfuegos es más cercano a la figura de Adrián de la Garza y al alcalde electo de Apodaca, César Garza quien retiene para el PRI un municipio clave.

Sin embargo, ninguno de los dos tiene la cercanía con Abel Guerra, personaje dentro de las fuerzas tricolores que quedó mejor posicionado para el PRI luego de la retención de Clara Luz en el municipio de Escobedo.