Hoy sábado  Jaime Rodríguez Calderón tendrá su primer gran acto de campaña en la Arena Monterrey. Cuestionara  fuerte a los partidos políticos, apelará a un público antisistémico y comenzará a develar de modo más evidente la incógnita de gran parte del círculo rojo: si es un candidato con potencial para fulminar la base electoral de Andrés Manuel López Obrador.

La semana marcará el inicio de la primera gira que iniciará en el municipio de García (donde fue alcalde) y seguirá hacia Zacatecas, San Luis Potosí y Coahuila. Estos viajes se complementan con una primera incursión a Baja California semanas atrás. 

Con un buen desempeño de recolección de firmas en Tabasco y Edomex, ahora el Bronco quiere fidelizar a su electorado del norte del país, que es justamente donde más e cuesta peetrar a Andrés Manuel López Obrador.

El equipo liderado por Guillermo Rentería enarbola una idea concreta pero que el candidato buscar transmitir con potencia: que México no crece ni avanza debido a los partidos políticos. Allí entran el PRI, el PAN y especialmente Morena.

Es un corte pragmático porque viene a decir a a vez que lo mejor de México está fuera de ese entramado sectorial: allí entran organizaciones civiles, entidades educativas y sobretodo empresarios, o sea, todo aquel que no depende directamente del erario. Un argumento que tiene mucho que ver con la cosmovisión social y económica de los estados norteños.

Hoy el Bronco tendrá en el escenario a todos sus candidatos independientes en Nuevo León e incluso llegarán otros aspirantes independientes de diversos estados del país. La ambición por disrumpir lo llevará a plantear un discurso elemental, centrado más en emociones que en ideas. AMLO habla de seguridad y José Antonio Meade de economía, el Bronco en cambio inicia su camino con ideas más universales y accesibles, lejos de los temarios de las clases medios. El objetivo final está en el horizonte: el 35% de electores que todavía no saben a quien votar.