José Antonio Meade desembarcó en Nuevo León, para pedir a los consejeros nacionales del PRI que le den un voto de confianza para ser su candidato presidencial en 2018. Así como pidió un voto de confianza para él, pidió a la militancia neolonesa que haga lo mismo con la polémica Ley de Seguridad Interior que recién promulgó Enrique Peña Nieto.

"Se ha politizado, pero todas las leyes en México son mejorables y son perfectibles", explicó Meade acompañado del líder del PRI estatal, Pedro Pablo Treviño, y de la senadora Cristina Díaz. Asimismo, aseguró que así como el Ejército apoya a la población cuando hay desastres naturales, así la apoyará contra la delincuencia organizada. "Y lo que queremos es darle esa misma certeza a nuestras Fuerzas Armadas", agregó.

"Es una ley importante que nos da marco y certeza, que permite que la participación de las Fuerzas Armadas esté regulada... En un buen marco, vamos a poder contar con las Fuerzas Armadas. Hay que reconocer que el espacio para los criminales está en las cárceles y no en las calles", enfatizó el ex titular de Hacienda.

En el mismo tenor, prometió a las bases priistas que no permitirá que el estado sufra otra crisis de violencia como la iniciada en 2010, durante la administración de Felipe Calderón. "Es un estado que a pesar de ser el que menor pobreza tiene, la sigue teniendo. Tenemos que abatirla", añadió durante su discurso en un salón de Cintermex.

"En Nuevo León se sabe hacer empresa y dialogar, hay una gran clase empresarial. Nuevo León requiere de seguridad... con diálogo y un buen marco de la ley se hará funcionar al país", insistió sobre el regreso de la seguridad y la competitiva al estado.

Finalmente, el precandidato priista admitió que su partido optó un no-militante para buscar la primera magistratura del país, como es su caso, para enfrentar el fenómeno de la desconfianza entre partido y ciudadano, gobierno y sociedad.

"Un fenómeno que llamaba la atención en el mundo, un fenómeno de desconfianza entre los partidos y los gobiernos y un fenómeno de desconfianza entre partido y ciudadano, gobierno y sociedad,  aflige a todos los gobiernos del mundo y veíamos muchas expresiones de ese descontento, y parte de la respuesta a mi juicio, inteligente, moderna, fue si el problema era distancia y falta de confianza, la solución tendría que ser cercanía y diálogo", concluyó.