Según diferentes comentarios del Palacio de Cantera, es un error entender la designación de Jesús Hernández como nuevo subsecretario de Planeación y Finanzas en la Secretaría de Educación estatal sólo desde el punto de los recursos económicos que manejará. Ni tampoco como un malestar con Arturo Estrada, actual jefe de esa cartera.  En realidad la jugada encierra cáculo político. Jaime Rodríguez espera que Estrada se dedique de lleno a lo que entiende este sabe hacer mejor: el relacionamiento con el sector magisterial con el fin de evitar nuevos focos de tensión social.

En el 2015 cuando el conflicto magisteria sacudió el país, el único estado del norte donde este causó problemas fue en Nuevo León, donde los maestros incluso amenazaban con cortar la carretera al Aeropuerto.

Desde que Estrada llegó al cargo en reemplazo de Esthela Gutiérrez  no hubo mayores conflictos con los maestros y esto es entendido cómo algo crucial por el Bronco. Los maestros,suele decir, son clave para la movilización de comunidades enteras y por eso se requiere de "seguir teniendolos contentos".

Hernández viene a cumplir con la carga administrativa y el relacionamiento con los recursos federales para que Estrada incremente su trabajo con el personal docente y con los actores políticos que rodean esa cuestión.

Estrada llegó al gobierno igual que su antecesora Esthela Gutiérrez: con el respaldo de la UANL y su rector Rogelio Garza. Fuera de eso no existían mayores respaldos para con el funcionario que tiene un pasado de historias complicadas con el Grupo Reforma, Cemex y Deacero.

La expansión de la influencia de Hernández es vista cerca del gobernador como una señal de ser un buen prospecto para el interinato en caso de una aventura presidencial. Arrastra Hernández además el dato de que fue el interino del Bronco en García.