El armado de las candidaturas del PRI en Nuevo León de cara a 2018 está generando fricciones entre dos actores en pugna permanente dentro del círculo presidencial: el senador Emilio Gamboa y el canciller Luis Videgaray. Contribuye a este conflicto que la situación del PRI en la entidad de cara al año que viene no está fácil, sino todo lo contrario.

El último detonante fue la foto del titular de Lotería Nacional Pedro Pablo Treviño con Ildefonso Guajardo en el restaurante La Nacional. Un cuadro organizado por Treviño ante la realidad de que su futuro político no es el que él mismo quisiera.

Treviño quisiera tener asegurada la primer candidatura al Senado el año próximo (es muy difícil que el PRI gane esa elección) pero se encuentra con un rival de peso en el horizonte en la figura de Héctor Gutiérrez de la Garza que busca lo mismo. Al frente del Inified (fondo para construcción de escuelas), Gutiérrez tiene la particularidad de ser allegado a Manlio Fabio Beltrones y además de contar con toda la confianza de Aurelio Nuño que ha resurgido en el entorno presidencial. En la última reunión en Los Pinos con gobernadores. Nuño fue el único hombre del gabinete invitado.

Gutiérrez tiene llegada a grandes empresarios, un fondo multimillonario que le ha dado juego con alcaldes en Nuevo León y en todo México y ya ha hecho campañas en distritos populares. Además Gamboa lo ve como buen prospecto. El senador está muy involucrado en la campaña que se viene en Nuevo León y ya definió las candidaturas a diputadas federales de Ivonne Álvarez y Marcela Guerra. Y también quiere definir el Senado, carrera en la cual prefiere avalar a Gutiérrez que a Treviño. Este último conoce ese dato y por eso la foto improvisada con Guajardo.

Treviño forma parte de la galaxia de Videgaray con quien trabó amistad en San Lázaro. También busca la senaduría pero con menos herramientas que Gutiérrez. Treviño tiene a su terminal de poder en Carlos Salomón hombre de mucho peso en el gobierno de Ernesto Zedillo y muy conectado en Los Pinos. El problema es que el compromiso de Salomón siempre fue con el padre de Treviño más que con el hijo.