Jaime Rodríguez Calderón estrenará hoy una reacomod de todo su equipo de seguridad con la salida de Cuauhtémoc Antúnez y el desembarco del general Arturo González, designado por Salvador Cienfuegos. A la vez el contralmirante Augusto Cruz Morales dejará la ministerial para ir a funciones de inteligencia en el C5. 

El hombre que emerge con más fuerza en el nuevo modelo, o al menos así lo prefiere el gobernador, no figura en la primera plana de nombramientos y traspasos. Se trata de Jorge Fernando Garza Morales, jefe de la Fuerza Civil, la policía que se creó en Nuevo León en el pico de la inseguridad durante el sexenio de Rodrigo Medina (con apoyo empresario) y que se transformó en una fuerza de referencia a nivel nacional.

Garza Morales tenía fricciones con Antúnez porque el general demostraba fuerte injerencia en la corporación que el comisario debía dirigir. Esto en parte porque Antúnez ya conocía el Estado. González, en cambio, vendría por un tema muy concreto: la relación con la Federación para manejar el despliegue de militares en a entidad. Jugar de nexo y planificar el despliegue de esas tropas será el trabajo de González. En cambio la operación general del tema seguridad quedará para Garza Morales.

El horizonte promete nuevas rivalidades, especialmente porque en el gabinete estatal también está instalada la idea de que el general González, un militar que ha dirigido la Escuela de Guerra y que fue agregado militar en Washington es quien, por lógica, está predestinado a dirigir toda la estrategia.

Cuando asumió el cargo el octubre pasado Garza Morales dijo que iba a aplicar nuevas estrategias de seguridad. Estas chocaron permanentemente con las que buscaba impulsar el propio Antúnez. Contrario a la especulación general, el problema de Antúnez no era tanto Manuel González, sino el jefe de Fuerza Civil.

Garza Morales es hijo de Fernando Garza Guzmán, que hace décadas fue Director de la Policía Judicial de Nuevo León. El actual comisionado se desempeñó como titular de la Policía de Monterrey durante la administración panista de Fernando Larrazabal, y fue titular de la Secretaría de Seguridad Pública del Municipio de San Nicolás, durante la administración de Pedro Salgado.