Hoy martes fue un día de largas deliberaciones en Palacio Nacional. La salida de Santiago Nieto no es un asunto cerrado ni mucho menos al interior del staff presidencial. Según pudo conocer LPO, el general Audomaro Zapata, jefe del espionaje oficial, recomendó fuertemente contener al ex titular de la UIF  mantenerlo cerca del Gobierno.

Zapata advirtió que Nieto debe conservar su numeroso sistema de custodia personal porque si el ex funcionario sufriera algún tipo de agresión sería un drama para el oficialismo. El mandamás del CNI conoce el nivel de amenazas que pesan sobre Nieto, que ha congelado cientos de cuentas asociadas a grupos del narcotráfico.

En paralelo, el general cree que Nieto ya no puede regresar a una posición de gabinete porque eso debilitaría el mando presidencial pero sí se debe analizar la posibilidad de retirarlo del país por la vía diplomática, preferentemente un consulado en EU o bien una embajada en Europa.

Audomaro tiene un predicamento muy fuerte sobre Andrés Manuel López Obrador. Meses atrás incorporó militares a la seguridad en las giras presidenciales y ahora reforzó las medidas de control al interior de Palacio Nacional.

A la vez existe inquietud sobre el rol que Pablo Gómez puede cumplir en la UIF. En el círculo presidencial se buscará en las próximas horas preservar a funcionarios promovidos por Nieto para que colaboren con el recién llegado. En esas conversaciones emerge de modo permanente la novedad de Gómez no tiene una gran predisposición a largas jornadas laborales.

En las últimas horas, en dicho ámbito, también se entiende que el malhumor presidencial no pasó tanto por la boda en si, sino más bien por asistentes como el dueño de El Universal Francisco Ealy Ortíz, la ex candidata del PAN a la presidencia Josefina Vázquez Mota o la diputada federal Carolina Viggiano.