El fallo del juez federal Marco Antonio Fuerte Tapia ha abierto el camino para que el ex tesorero del PRI Alejandro Gutiérrez, preso en Chihuahua por acciones de lavado, sea liberado en los próximos días. Semanas atrás la Suprema Corte había dicho que Gutiérrez no podía ser juzgado en la entidad norteña. 

El dato cae como un golpe duro en la gestión de Javier Corral porque su cruzada contra la corrupción pareciera ser lo único que sostiene a un Gobierno estatal golpeado por la inseguridad y por escándalos de corrupción que ya son propios.

El gobernador ha dicho en las últimas horas a sus principales colaboradores que la salida de Gutiérrez es un acuerdo entre Morena y el Gobierno y que la contraparte es que el Tribunal electoral retirara la multa contra Morena por uso indebido de los recursos de la campaña presidencial de Andrés Manuel López Obrador.

Corral asegura que el INE pudo comprobar que el fideicomiso de los afectados por los sismos del año pasado, creado por Morena, tuvo un ingreso de 44 millones de pesos en efectivo lo cual es ilegal. El mandatario dice que lo que evitó observar el tribunal es que la acusación contra Morena no es por el uso de esos recursos sino por la opacidad que ese proceso involucró.

La salida de Gutiérrez es esperable porque junto con el affaire Odebrecht son los dos grandes temas sin aclarar de la campaña presidencial del 2012. Gutiérrez es un profundo conocedor de cómo fue la recaudación para el armado de Enrique Peña Nieto.