
Silvio Berlusconi renunció a su candidatura para la presidencia de Italia y despejó la primera de varias incógnitas de uno de los procesos electorales más extraños de la Italia contemporánea. El dueño de Mediaset dio un paso al costado pero anunció que no apoyará a Mario Draghi, el jefe de Gobierno que aún no ha confirmado su postulación.
La votación comenzará este lunes, cuando el Parlamento, en sesión conjunta -630 diputados, 321 senadores y 58 delegados regionales-, empezará a buscar al sucesor de Mattarella en una jornada que puede alargarse indefinidamente hasta que se logre el quórum necesario.
Mattarella es la opción favorita de los italianos, por representar la tradición del cargo, esto es, un hombre de acuerdos. Luego de siete años, el mandatario declaró que no está interesado en continuar. Entre las funciones del jefe de Estado está la designación del primer ministro. Quien parece contar con un mejor pronóstico es Draghi, pero su elección también conlleva riesgos. Fuera de la jefatura de Gobierno, el extitular del Banco Central Europeo comprometerÃa el futuro de la legislatura, lo que obligarÃa a adelantar elecciones.
Draghi es considerado la garantÃa de la estabilidad del Ejecutivo de "unidad nacional" que lidera -que incluye a formaciones de izquierda y derecha- y de la recuperación post pandemia. También recuperó la influencia de Italia dentro de la Unión Europea. La salida anticipada del cargo abre otra incógnita.
Más allá de las exigencias de una campaña prematura, entre los partidos prima el acuerdo tácito sobre la continuidad de la legislatura para impulsar los fondos de recuperación que llegan desde Bruselas
Draghi tiene chances de ser Presidente, porque cuenta con una base amplia de respaldos, con el Movimiento 5 Estrellas, el Partido Democrático y Libres e Iguales, y con la posibilidad de sumar a Italia Viva. Las negociaciones se extenderán hasta minutos antes del comienzo de la primera ronda de votación.
En medio de la indefinición, Draghi se mueve entre dos escenarios. Presentarse y dejar el Ejecutivo en manos de otro perfil técnico y sin partido. Marta Cartabia, la ministra de Justicia, podrÃa sucederlo. Pero la segunda opción consiste en promoverla para la presidencia y permanecer él mismo en el cargo. Todo obedece a las condiciones que logre imponer para asumir la jefatura de Estado.
A excepción del partido de Meloni, las formaciones que integran el Ejecutivo de Draghi quieren evitar una elección anticipada. Más allá de las exigencias de una campaña prematura, entre los partidos prima el acuerdo tácito sobre la continuidad de la legislatura para impulsar los fondos de recuperación que llegan desde Bruselas. Recién cuando se resuelva la transición de Draghi habrá algo más de certeza en la votación presidencial.
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