No es la primera vez que ambos se encuentran. Andrés Manuel López Obrador se reunió con el líder del Partido Laborista británico, Jeremy Corbyn, devolviendo así la cortesía que tuvo éste cuando el pasado diciembre visitó el rancho en Tabasco del hombre de Morena.

"Estuvimos en el Parlamento del Reino Unido, invitados por Jeremy Corbyn, dirigente del Partido Laborista", escribió López Obrador en su cuenta de Twitter. Esto confirmó la primicia de La Política Online, cuando hace unos meses cuestionó a Héctor Vasconcelos sobre un reencuentro entre estos dos personajes pero en Europa, frente a lo cual el diplomático fue escéptico aunque no negó dicha posibilidad.

Por su larga experiencia en la política inglesa, varios medios occidentales han comparado a Corbyn con el demócrata Brenie Sanders. Como el ex aspirante a la candidatura presidencial demócrata, el líder laborista de 68 años ha sido definido por el conservadurismo de su país como "populista" (por su posición a la izquierda del espectro político), y por contar con la simpatía de una minoría bastante competitiva electoralmente.

"La cuestión no es si Corbyn puede ser populista, es si puede hacerse popular", apostilló el ex ministro de Finanzas de Grecia, el economista Yanis Varoufaki. "Corbyn fue presentado como una versión positiva del populismo", escribió en julio Ben Chu, editor de finanzas de The Independent. "Debemos de dejar de llamarlo populista -agregó-, porque el populismo es un peligroso virus político".

Sin embargo, el acercamiento entre el político mexicano con figuras de la izquierda internacional comenzó hace un mes, cuando se reunió primero con la presidenta de Chile, Michelle Bachelet; más tarde, con el primer mandatario ecuatoriano, Lenín Moreno; para finalmente concluir su gira latinoamericana en El Salvador, donde se entrevistó con el presidente Salvador Sánchez Cerén.

En estos tres últimos casos, el perfil de los presidentes con los que López Obrador eligió reunirse es conciliador aunque de izquierda; este es el caso de Corbyn. Sin embargo, como lo definió el propio Vasconcelos, "serán países con gobiernos progresistas, pero que no están inmersos en enfrentamientos insalvables sino en la cooperación para el desarrollo".

De ahí que el tabasqueño nunca consideró pisar Venezuela o Cuba, mientras que en los próximos días estará en España donde podría reunirse con miembros de Podemos, el partido joven de izquierda que ha robado su base al PSOE.