Se está cerrando la carrera por la gobernatura de Coahuila. Hace dos semanas Miguel Riquelme iba 10 puntos arriba del panista Guillermo Anaya pero ahora, diversos sondeos encargados por el comando de Rubén Moreira, hablan de prácticamente una situación de empate. Los números no ayudan a un PRI con fracturas ya imposibles de esconder.

La paridad no ayuda al vínculo de los Moreira con Los Pinos, que ya había quedado dañada por las diferencias a la hora de elegir al candidato. En rigor, Peña Nieto nunca fue consultado cuando se impuso a Riquelme. Ahora la pelea en Coahuila no contaría con apoyos fluidos desde la Ciudad de México. 

Claro, en el entorno del gobernador tienen otra historia para contar. Y, en verdad, varios sectores del PRI ya venían enojados por la concentración de recursos para el Estado de México, olvidando la importancia geopolítica de Coahuila. Perder ese gubernatura sería perder prácticamente el control de la frontera.

Ahora, los reportes de un crecimiento de Guillermo Anaya -compadre de Felipe Calderón- alimentan la desconfianza de los hermanos Moreira contra el juego de Los Pinos. En sus equipos creen a que ciertas estructuras del PRI estarían operando para el candidato panista. 

"Anaya no conecta con la gente, no le gustan las multitudes, no le gusta hacer campaña, la única explicación de que sube en las encuestas es porque algo no está funcionando en la estructura del PRI", cuentan a LPO desde el War Room de Riquelme.

El gobernador de Coahuila se apoya sobre las teorías de los pactos secretos entre Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto. "Ante el malestar con los Moreira, el presidente podría favorecer el armado opositor en Coahuila", repiten convencidos.

Pero, ¿por qué Peña Nieto estaría dispuesto a ceder Coahuila, según esta teoría? "Porque a cambio volvería a jugar en contra de Josefina en Estado de México, la única elección que realmente le importa a Peña Nieto", dicen los seguidores de Moreira. 

Es, sin duda, una teoría frágil que -antes que nada- demuestra las fracturas del PRI. Porque como ya explicó LPO, Felipe y Margarita apuestan a un acercamiento con Vázquez Mota y Ricardo Anaya, una carta para seguir con chances de cerrar un acuerdo de unidad hacia 2018. Dinamitarlo para que un "compadre" consiga la gubernatura sería demasiado arriesgado.

La intensidad de la campaña irá en ascenso. Cerca de Riquelme se estaría generando un dossier explosivo para dar a conocer, con la estructura mediática que controla el gobierno estatal, en el tramo final de la campaña. Desde el comando panista aseguran que esas acusaciones provienen de la Segob que dirige Miguel Ángel Osorio Chong.

En el panismo también circulan intrigas como que el abanderado Anaya ha comenzado a recibir apoyos de Rafaél Moreno Valle, a pesar de que el aspirante poblano está muy enfrentado a los Calderón.