El nuevo giro del INE sobre los gastos de campaña de Miguel Riquelme en la elección de Coahuila volvió a alterar los ánimos en la entidad norteña porque vuelve a existir la posibilidad de que se ordene una nueva votación.

Los panistas creen que tras esta nueva resolución el Trife tiene muy escaso margen para no ordenar una nueva contienda electoral. En el PRI se encienden alarmas y los comentarios apuntan contra la asesora de campaña, Amparo Suárez.

Según explicaron a LPO, Suárez llegó como una colaboradora externa de la campaña por recomendación de Alejandra Sota, histórica vocera del gobierno de Felipe Calderón y muy ligada a las campañas del PRI del actual sexenio. Esto generó desconfianza inmediata porque el clan Moreira comenzó a especular con que Suárez podía estar jugando para el amigo de Calderón, Memo Anaya.

Esta idea se veía potenciada por la tesis de que Los Pinos había arreglado entregar la elección de Coahuila al PAN a cambio de que no haya fuertes reclamos ni golpes en la elección del Edomex. Lo cierto es que Riquelme se impuso, el PAN denunció fraude y explotó la relación de Ricardo Anaya con Los Pinos.

Como había desconfianza con Suárez se la ubicó en temas de comunicación digital y armado de videos, de modo de marginarla de la operación política. Pero es justamente en esas acciones donde los gastos de campaña de dispararon: la publicidad en Facebook y la realización de unos 80 videos.

Esto es lo que lleva a creer a los Moreira que Suárez podría haber jugado para Calderón y Memo Anaya.