La elección de junio ya empezó, y los sondeos no paran de salir. El más claro de ellos fue el proceso de revocación de mandato en todo el país, donde Durango quedó en evidencia por la poca participación ciudadana en la consulta promovida por la 4T. El estado apenas superó el 10% del padrón electoral, reuniendo un total de 144,983 sufragios, 133,250 a favor de que el presidente López Obrador siga en su cargo.

La media nacional fue de 17%, y en el CEN de Morena se encendieron las alertas sobre la capacidad del partido en el estado para movilizar electores en pos de la gubernatura de Marina Vitela, quien desde la presidencia municipal de Gómez Palacio -a la que pidió licencia- lidera el war room de la coalición opositora duranguense.

Un sondeo del arranque de la campaña firmado por De las Heras Demotecnia, de abril de este año, da las preferencias al candidato de la alianza PRI, PAN, PRD, el priista Esteban Villegas Villarreal con apenas cinco puntos de diferencia de la segunda favorita, con 52%; mientras que Marina Vitela obtuvo 46% de las preferencias, y muy lejos la emecista Patricia Flores Elizondo.

Durango: el PRI lleva la delantera y en Morena creen que el PT opera en contra

El verdadero rival de Vitela no es otro que el gobernador Miguel Ángel Riquelme. Y es un buen augurio, pues ganando independencia de los caciques de la familia Moreira, opera en favor de la campaña oficialista en los estados de Durango y Tamaulipas.

En particular en esta disputa electoral contra la 4T, el gobernador panista José Rosas Aispuro Torres se presenta como un árbitro que busca una transición pacífica y ordenada con la nueva administración. 

Por su parte, Riquelme como nuevo cacique priista busca asegurar en Durango la gobernabilidad en la región de la Laguna, que es la zona más productiva de Coahuila y donde habita el poder económico del Estado. Torreón y Durango tiene una profunda interconexión comercial y para el mandatario es una buena noticia que el candidato del PRI se pueda imponer en dicha entidad.