La fuerte inversión en el proyecto de refinación de la 4T está lejos de dar los resultados esperados. Durante la primera mitad del año, la producción de gasolinas aún sigue sin superar el 50% de la demanda y es apenas una tercera parte de las proyecciones para el cierre del año.

De acuerdo con datos de Pemex, en agosto la petrolera logró una producción de 242.1 miles de barriles diarios. No es ni la mitad de los 776 mil barriles que se estableció como meta para el cierre de año. Además, resulta en una reducción desde los 266.1 mil barriles en julio.

Uno de los objetivos centrales de esta administración en materia energética era dejar de importar el combustible. "Es absurdo comprar gasolinas, como si vendiéramos naranja y compráramos jugo de naranja", repetía. Con ese fin, se desplegó un fuerte proyecto para reconfigurar las seis refinerías del país, la construcción de Dos Bocas y más tarde se agregó la compra de Deer Park.

A pesar de las millonarias inversiones, a un año de que termine el gobierno de López Obrador Pemex solo está cubriendo el 50% de la demanda y no ha logrado superar esa barrera y, de hecho, analistas consultados por LPO descartan que en 2024 se logre un escenario muy distinto.

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Para los expertos, la razón de que la producción de gasolinas no logre despegar está en la estrategia que se planteó para el plan de refinación, en donde las refinadoras no están capacitadas para procesar el crudo que produce México (que es pesado) y las obras nuevas que se plantearon no están listas aún -y no hay certidumbre de cuándo arrancarán-.

"Hablamos del estado de las refinerías, que han tenido un mantenimiento insuficiente, por lo que no llegan ni al 50% de su aprovechamiento", explicó Rosanety Barrios. En su opinión, a pesar de las inversiones prometidas no ve cambios sustanciales en las refinerías y aún falta que estén listas las coquizadoras, esenciales para la refinación.

Fluvio Ruiz, por su parte, reconoce que hubo una estabilización en los petrolíferos, pero no de incrementos significativos. Vale señalar que en este rubro, además de contabilizarse combustibles como la gasolina o el diésel, también se considera al combustóleo, el cuál sí ha mostrado crecimientos.

En el mismo agosto, Pemex reportó una producción de combustóleo de229.5 mil barriles diarios, un aumento desde los 223 mil barriles registrados un mes antes. Este combustible residual, por su parte, sí muestra tendencias al alza.

"Si bien el año pasado ya se produjo más gasolinas, el promedio hasta agosto sigue siendo más combustóleo. Es resultado también de que no tenemos gran capacidad de almacenamiento y se tienen que frenar algunos procesos y la falta de infraestructura para transformar crudo ligero", agregó Fluvio.

Se trata del subproducto con menor valor y el más contaminante -por sus niveles de azufre- y no ha parado de crecer, a pesar de las alarmas que ya generó y que provocó, por ejemplo, la prohibición de su uso naval, una regla establecida por la Organización Marítima Internacional (OIM).

Para México, reducir el componente de azufre en el combustóleo no es posible, precisamente por la configuración de las refinerías. A considerar, México produce alrededor del 30% de combustóleo y en contraste, las refinerías de Estados Unidos producen solo el 1%, detalla por su parte Barrios.

Además de las coquízadoras, que se prevé que no estarán listas para el cierre del sexenio, también se ha criticado en torno a los catalizadores que se están empleando no son los adecuados. Ambos expertos coinciden que son elementos básicos para que las seis refinerías tengan una utilización adecuada.

Vale agregar que, si bien el gobierno afirma que Olmeca ya empezó a producir gasolinas, en realidad la primera producción registrada en septiembre se trató de gasolina nafta, es decir, no automotriz y no es comercial. En ese sentido, no hay claridad sobre cuándo podrá comenzar la producción comercial. Algunos estimados apuntan al primer semestre de 2024-.

Además, si bien la compra de Deer Park fue bien recibida en el sector, vale recordar que la producción de esta refinería, ubicada en Texas, no se contabiliza dentro de Pemex, sino que es considerada como importación, de lo cual llega a México solo el 15%, lo que se explica por el propio plan de negocios que se estableció desde su compra.

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Para Ruíz, el fondo de que la producción de gasolinas no despegue está en la gestión, pues afirma que inversiones sí ha habido. "Lo que es que se ha buscado atacar más los riesgos críticos, subsanar y regresarlas al funcionamiento, pero no es realmente una transformación o una suerte de modernización, que es lo que se requiere", opinó.

Aunque, al mismo tiempo, reconoció que de esta estrategia sí han habido resultados: se recibió un Sistema Nacional de Refinerías con un procesamiento de crudo del 28% ya se superó el 50%. Pero estamos justo en los límites de esa estrategia", dijo.