Carlos Treviño está empeñado en dar un mensaje de confianza en el mercado petrolero, que, si bien no ha dejado de mostrar interés en el país, mira con recelo la fotografía electoral actual, que apunta a un posible y cómodo triunfo al único candidato que amenaza los contratos adquiridos para los petroleros. "Será imposible que alguien los cancele", los tranquiliza el director de Pemex.

En su participación en el foro 100 Líderes del sector energía 2018, el directivo reconoció que en su viaje a Londres fue una pregunta recurrente entre los inversionistas: "Si alguien me instruye ahorita o más adelante cuando sea, ‘quiero que hagas cancelación de los contratos', ¿lo podría hacer? La verdad es que no. No tendría manera de pagar la indemnización a mis contrapartes"

Explicó que "si Pemex o el Gobierno tuviera 200,000 millones de dólares para los siguientes cinco años, y el gobierno federal decidiera invertirlos para hacer los negocios en el sector energético sería un terrible y craso error".

"Este país necesita mucho más dinero para hacer infraestructura para llevar a cabo los negocios. Si México tuviera ese dinero, invertirlo en lugar de que un empresario tome el riesgo, sería un error", continuó el director general de Pemex.

En el mercado, especialistas y empresarios han coincidido en que sería difícil que el candidato de Morena pudiera echar atrás la reforma energética de ganar la presidencia, sin embargo, sí reconocen que podría generar que se demorara más su implementación, pues su equipo a advertido que se van a revisar los contratos para evitar casos de corrupción.

Como sea, el directivo trata de asegurar lo antes posible contar con capital privado que ayuden a que la empresa logre sus objetivos, incluyendo un saneamiento de sus finanzas y operaciones, por lo que continúan proyectos como el pedir préstamos ya sea vía bonos o créditos de exportación (hasta 4,000 millones de dólares, según reveló en una entrevista para Bloomberg) y se especula que en julio anuncie su asociación con la japonesa Mitsui para terminar de desarrollar y operar una planta coquizadora de su refinería en Tula.