A finales de noviembre Petróleos Mexicanos (Pemex) volvió al marcado para refinanciar alrededor de 8,300 millones de dólares. Se trata de una medida que traslada el problema para el corto plazo, pero sin implicaciones para las calificadoras, señalan en el mercado.

De acuerdo con la agencia Bloomberg, la petrolera que dirige Octavio Romero renovó sus líneas de crédito con instituciones como Banco Bilbao Vizcaya Argentaria SA, JPMorgan Chase, Citigroup, entre otros. Se dividió en dos tramos: uno por 6,500 y otro por 1,800 millones.

El objetivo es hacer frente a sus obligaciones inmediatas y una estrategia para mejorar su perfil crediticio. En opinión de Gonzalo Monroy, experto del sector, son nulas las posibilidades de que haya una pronta mejora en la calificación de estas agencias sobre la nota de la petrolera.

A mediados de este año el director de Pemex arremetió contra Fitch y Moody's, pues ambas castigaron la nota. La primera degradó la nota para la petrolera y la segunda cambió su perspectiva de Estable a Negativa tras una serie de incidentes, el más grave, una fuga en la sonda de Campeche a mediados de año que Pemex trató de minimizar, pero su respuesta fue tardía.

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"Pemex rechaza las acciones tomadas por estas agencias. Estas agencias siguen mintiendo acerca de la falta de apoyos gubernamentales y la falta de apoyo en materia de sostenibilidad a pesar de los resultados positivos", lanzó el directivo en una conferencia con analistas en julio pasado.

Pero para ambas calificadoras la petrolera tiene problemas estructurales que no han sido atendidos por esta administración y su modelo de negocios no resuelve la necesidad de flujo de efectivo que enfrenta la empresa. En cálculo de Moody's la petrolera requiere alrededor de 4 mil millones de dólares para el año que viene adicional a los apoyos del gobierno. 

En ese sentido, Monroy destaca que los recursos de este refinanciamiento no serán destinados para incrementar la operación de la petrolera, para invertir en campos o liquidar deuda con proveedores. "La realidad es que solo le limpia la cara a Pemex, patea el balón un poco más", dice.

Será un balón que no podrá eludir la siguiente administración, que enfrentará presiones financieras más fuertes luego del déficit establecido por Rogelio Ramírez de la O para el último año de AMLO, la expectativa de un mejor crecimiento económico a nivel global y posibles efectos por el escenario electoral, no solo en México, sino en 40 países más, incluidos Estados Unidos.

Un dato que no es menor para el experto: esta operación confirmaría que el gobierno no inyectó los recursos que esperaba Romero Oropeza, lo que cuadra con la carta que se filtró en medios a finales de septiembre dirigida a Rogelio Ramírez de la O, en donde le habla de una situación que se complica "día a día".

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El experto dice que el mercado esperaba esta operación desde octubre. "Es posible que hayan estirado la liga en espera de apoyo del gobierno que no llegó. Eso y también ver las condiciones del mercado, si la Fed (Reserva Federal, por sus siglas en inglés) realizaba algún cambio en su tasa", dio.

Actualmente la petrolera registra una deuda de 105.8 millones de dólares. Una reducción sustancial frente al año anterior, pero aún uno de los problemas centrales que tendrá que atender de manera prioritaria el próximo gobierno.