Días atrás el empresario mexiquense Roberto Alcántara, titular de VivaAerobus, reconoció ante la prensa española que su incursión en el accionariado del Grupo Prisa le había implicado una pérdida personal de más de 300 millones de euros. 

Alcántara  fue expulsado de Prisa, donde tiene una inversión del 5%. De acuerdo con la compañía el motivo sería porque el empresario  no alcanza el 8% de las acciones para tener el derecho de hacer parte de la Junta. "He invertido 350 millones de euros y he perdido unos 320 o 330 millones. No me merezco como me han tratado", dijo Alcántara.

Esta realidad es compleja hacia futuro porque dificulta cualquier intento de VivaAerobus por hacerse pública ya sea en la BMV como en Wall Street. Al parecer, según fuentes de la compañía, en la aerolínea no hay una separación clara entre los bienes y los recursos de Alcántara y los de la propia empresa y eso habría vuelto a quedar en evidencia en la fallida incursión en el negocio de los medios.

Alcántara, un empresario del círculo primario del PRI del Edomex, entro a Prisa en el sexenio de Enrique Peña Nieto. Este detalle no es menor.

El autor de su salida es el CEO de Prisa, Joseph Oughourlian, quien ha buscado en los últimos meses mejorar su cercanía con Andrés Manuel López Obrador. Retirar a Alcántara de su junta de accionistas es otra señal de buena convivencia con el gobierno de la 4T.