La temperatura está a tope. Se vienen meses claves que definirán el futuro político de México para los próximos años. Y el entramado de negociaciones cruzadas entre los grandes partidos todavía no permiten vislumbrar con claridad quiénes son aliados y quiénes enemigos. La confusión es total.

En el PAN del Estado de México saben que la primera gran negociación será convencer a Josefina Vázquez Mota de que tendrá el apoyo de todos los grupos locales. Es lo que intenta cerrar por estos días Ricardo Anaya, en una negociación caliente con Ulises Ramírez, cacique del Edomex cuyos lazos con Moreno Valle le ponen un precio alto a la rendición.

Anaya le ofrecerá parte de las candidaturas a las alcaldías y diputaciones de la entidad, como ya reveló La Política Online, pero por el momento se niega a garantizarle una de las senadurías que se renovarán en 2018. “Ulises es cuate de Eurviel, así que su única intención era romper la alianza con el PRD y bajar a Josefina”, explicó una fuente del blanquiazul.

Pero no es la única duda que preocupa a varios grupos del Estado de México. La designación de Alfredo Del Mazo y el presunto “Pacto de Los Pinos” abrió un nuevo interrogante para los panistas mexiquenses.

Todos el mundo sabe que el gobernador de Edomex quería imponer a Ana Lilia Herrera como sucesora. Y que sólo daría de baja esa pretensión si Peña Nieto le garantizaba la candidatura presidencial de 2018.

“Si en verdad ocurrió el Pacto de Los Pinos y Peña Nieto comprometió su apoyo al PAN en Estado de México, pero sobre todo en la Presidenciales, ¿cuál es la ganancia de Eruviel?”, argumentan con preocupación.

El gran problema es que Eruviel tiene un enorme poder de fuego: el control de la estructura en Ecatepec, el principio municipio en término de peso electoral de toda la entidad. En 2012, amenazó con abandonar el barco priista y llevarse esos votos si no le daban la postulación. Lo logró.

Estos líderes panistas creen que si Eruviel no quedó conforme, podría jugar por debajo del agua con la candidata de Andrés Manuel López Obrador, con el simple objetivo de explotar cualquier acuerdo y estrategia de Peña Nieto.

Hay un antecedente muy cercano: las versiones de una ayuda –no solicitada- de Javier Duarte en Veracruz. En las últimas semanas de la elección, el desconocido candidato Cuitláhuac García creció tanto que se puso en un infartante empate técnico con los Yunes.

“AMLO está recorriendo la entidad y el crecimiento de Delfina ya es innegable en las encuestas. Si recibiera un empujón de Eurviel, esto se pondría muy difícil”, admitió uno de los panistas mexiquenses.