Hace algunos meses, en una reunión de trabajo por la crisis sanitaria, Delfina Gómez se quejaba por las dificultades que encontraba para coordinar a nivel nacional el regreso a clases. Esos discursos derrotistas son una constante en la maestra. López Obrador, acaso agotado de tanta pesadumbre, la cortó en seco: "Tú no quejes Delfina, que ya te vas". En silencio, todos los presentes comprendieron el comentario.

Tan sólo unas semanas atrás, López Obrador repitió esa señal, ahora en público. Dijo que la multa que le impuso el Instituto Nacional Electoral (INE) -por gastos no reportados en la campaña de 2015- estaba motorizada porque el "bloque opositor" ya la veía como candidata para las elecciones de 2023.

Con esa segunda señal, Delfina comprendió al fin que debía empezar su precampaña, y organizó con apoyo de Horacio Duarte -otro suspirante mexiquense- una gira por las escuelas de Edomex. Con esa excusa, vuelve a instalar su figura en el territorio.

La tensión entre Higinio y AMLO, detrás de la designación de Delfina en la SEP

La preferencia de AMLO por Delfina desnuda una relación históricamente compleja con Higinio Martínez, jefe político del GAP, la tribu mexiquense a la que pertenece la maestra. El Presidente nunca le perdonó a Higinio su militancia explícita a favor del Aeropuerto de Texcoco.

La movilización de votos en Texcoco -donde la consulta arrojó un apoyo en favor del NAIM- ocasionó que el Presidente no reciba por más de un año al senador, quien llegó a pedir licencia en la Cámara Alta para ordenar a su GAP frente a la embestida de Los Puros en el Edomex. Monreal logró una reconciliación.

Higinio quiere ser gobernador, pero su relación zigzagueante con Alfredo Del Mazo también le ha metido ruido con AMLO. El año pasado le trabó durante semanas la aprobación para tomar deuda por 13,500 millones de pesos que estarían destinados a la construcción de carreteras.

Con la fuerte caída de Morena en la elección de medio término, el poder de Higinio volvió a quedar encapsulado en el oriente, porque en el occidente la caída de Morena fue estrepitosa.

Hubo derrotas muy fuertes como Naucalpan, un municipio donde el jefe del GAP hizo alianza con Manuel Espino, el impulsor de Paty Durán. Más grave fue la caída en Metepec y en Toluca, donde Higinio gobernaba a través de sus aliados Gabriel Gamboa Sánchez y Juan Rodolfo Sánchez Gómez. En ambos territorios las caídas fueron alarmantes: quedaron a más de 15 puntos de los ganadores de la alianza opositora.

Las cuentas de Higinio fueron durísimas: en el global, la alianza PRI-PAN-PRD sacó cerca de 200,000 votos por encima de Morena y sus aliados. Dicho de otro modo: si esos partidos lograran consolidar la unidad para 2023, su sueño de ser gobernador de Edomex quedaría hecho añicos.