Para hacer contrapeso al descontento social por el gasolinazo, Andrés Manuel López Obrador habla en sus discursos de construir nuevas refinerías. La promesa podría antojarse difícil por el alto costo que requieren estas plataformas, pero no es imposible. En sus equipos creen que su viabilidad podría estar en el modelo que está dominando en EU.

La propuesta del dirigente de Morena ha tenido varias críticas. Especialistas en anterior diálogo con LPO han explicado entre las trabas la mala operación del Sistema Nacional de Refinerías, pero también hablan del costo que tendría, por las altas inversiones que requeriría. Un costo que el actual gobierno no quiso cargar y por eso desechó desde el principio la construcción de refinerías  para apostar por comprar el combustible en el extranjero.

Una entrevista a Poncho Romo -líder del Grupo de los 50, el equipo que ya diagrama su plataforma de gobierno- reveló que varios de sus especialistas no coincidían con el líder de Morena en que se pueda cumplir esta promesa de campaña con facilidad.

En ese reportaje, Ciro Gómez Leyva le preguntó al asesor estrella si sería posible alcanzar la independencia energética para la segunda mitad del próximo sexenio -a través de las refinerías que quieren construir-, como prometió AMLO. El periodista le dijo que sonaba imposible. La respuesta de Romo fue explosiva.

Se trata de plantas entre 5 y 12 veces más chicas que representan un costo de aproximado de US$ 3,500 millones, más de la mitad de lo que cuesta una refinería tradicional.

"Esa es parte de mi chamba. Por supuesto estoy de acuerdo contigo. Está muy desesperado. Nuestra chamba es soportar su visión, darle sentido realista económico y estratégico y proponerle para diciembre un plan racionalizado, después de haber pasado por todos estos equipos que estamos conformando", dijo.

La Política Online pudo saber en exclusiva que los expertos de AMLO analizan el modelo de las mini-refinerías. El proyecto en realidad no es imposible, deslizan ejecutivos del sector  dado que es el esquema que actualmente funciona en Texas, el mercado petrolero más importante de EU. 

Hay quienes ven con entusiasmo la propuesta y apuntan al mercado de Estados Unidos con su modelo de refinerías a menor escala, como la opción a replicar en el país. Ese sería el camino alternativo para intentar la independencia energética en el mediano plazo.

Rocío Nahle, líder de la bancada de Morena en San Lázaro y encargada de temas energéticos en el Grupo de los 50.

Cuartoscuro

Pero, ¿qué son las mini-refinería? Se trata de plantas entre cinco y 12 veces más pequeñas que las que actualmente existen en México, que representan un costo de aproximadamente de 3,500 millones de dólares, más de la mitad de lo que cuesta una refinería tradicional. 

Aunque también tienen sus retos, según explicó el especialista del sector energético Arturo Carranza: "Es algo que llevará su tiempo, al menos tres años, pues implica generar el marco jurídico para ello y tener la infraestructura necesaria".

Y es que en el mercado explican que la construcción de refinerías no solo debe enfocarse desde las condiciones del negocios, como es el precio del crudo, sino también por toda la actividad económica que  implica la construcción de una refinería en una determinada región: cadena de proveedores, nuevas inversiones, desembarco de tecnología y apuntalamiento de los índices de empleo. Esta es la fibra que llega a los equipos de AMLO.