Hasta ahora, el equipo mexicano que comanda Ildefonso Guajardo en las negociaciones del TLCAN ha empujado en todo momento porque las resoluciones del TLCAN se logren antes de que comience el proceso electoral en México, tema sobre el cual Estados Unidos no coinciden, pero mientras avanzan las rondas los avances se hacen más lentos y el secretario de Economía parece empezar a ceder.

Luego de reunirse con diputados priistas en San Lázaro, el funcionario público fue cuestionado sobre la posibilidad de que las discusiones se extiendan después de julio. Un tanto esquivo, Guajardo respondió: "Si la solución se llegara a diferir por circunstancias, no se descarta que sea después de la elección cuando sigamos con nuestra negociación".

No obstante, sí aclaró: "Pero no es opción para ninguna de las partes sentarse a diferir la responsabilidad de modernizar este acuerdo", aseveró.

La idea tomó fuerza cuando Donald Trump declaró en una entrevista que podría mostrarse flexible respecto a las negociaciones del acuerdo comercial, considerando que nuestro país enfrenaría un proceso electoral.

Días después, al cierre de la sexta ronda de negociación, Wilbur Ross señaló que "no hay urgencias en tiempos", mientras que su homólogo mexicano insistía en que tendría que llegarse a un acuerdo en junio.

Lo cierto es que la sexta ronda terminó sin grandes avances, por lo que en febrero comenzará la séptima para tratar los temas que son de mayor complejidad. En medios internacionales trascendió que existía la posibilidad de que las negociaciones se extiendan incluso a 2019.