Después de dos trimestres con resultados macroeconómicos mejores de lo esperado, finalmente la inflación y  el impacto de los sismos de septiembre, tuvieron  sus efectos en el crecimiento del país, que en el tercer trimestre tuvo una caída del 0,2% del PBI, respecto del trimestre anterior. 

En los primeros seis meses de este 2017 el impulso de la economía provino principalmente del sector de servicios, la demanda interna y las manufacturas, que compensaban principalmente el estancamiento del sector industrial. Sin embargo, en el periodo que arrancó en julio éstos factores perdieron su fuerza, complicando la marcha de la economía.  

En la comparación interanual también se registra un caída del ritmo de crecimiento, que se moderó al 1,7%, cuando en los trimestres anteriores promedió el 3%, alimentando el optimismo al Gobierno y al mercado que aumentaron sus expectativas de crecimiento de la economía para el cierre de año.

La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) que comanda José Antonio Meade, señaló que sin el factor sismos y huracanes, el crecimiento del Producto Interno Bruto hubiera sido de 2.2% en el tercer trimestre.

Luis Madrazo, de la Secretaría de Hacienda, explicó que hubo un impacto en la producción petrolera por el impacto del huracán en Houston y en los servicios educativos de México por el sismo del 19 de septiembre.

En una conferencia de prensa brindada esta mañana, el titular de la Unidad de Planeación Económica de la dependencia, Luis Madrazo, explicó que hubo un impacto en la producción petrolera derivado del huracán que impactó a Houston y en los servicios educativos por el sismo del pasado 19 de septiembre en el país. 

Sin embargo, analistas del mercado estiman que también golpeó el crecimiento el repunte de la inflación que se vivió este año. "Estamos observando una desaceleración de la demanda interna por la inflación, ya lo vimos en las cifras de consumo y eso es un factor que predominará", afirmó a LPO el analista Alejandro Cervantes, de Grupo Banorte.

Y es que el renglón de servicios que hasta este periodo había sido el impulso que compensaba otros estancamientos, ahora muestra un retroceso. Para el comparativo con el segundo trimestre del año, la caída fue de 0.1%, mientras que frente al mismo periodo de 2016 mostró un avance de 2.5%, una tasa mucho menor a las que había mostrado en periodos anteriores.   

Señaló también Cervantes que la caída de este rubro se acentuó en septiembre, tras el sismo. "Las personas dejaron de laborar las semanas posteriores al temblor para apoyar labores de rescate y  algunas empresas suspendieron actividades, eso afectó a los servicios", agregó el analista.

El impacto por el sismo ya era esperado por el mercado. El mismo Agustín Carstens, gobernador del Banxico, vaticinó que habría un golpe al crecimiento económico para este periodo, sin embargo, aseguró que sería temporal. 

Cervantes coincidió con el pronóstico y aseguró que esta caída "no preocupa" en términos del sector servicios, pero indica que por la inflación y la incertidumbre respecto al futuro del TLCAN, no permitirán que la economía retome el brío de la primer parte del año. 

"Ya será un crecimiento moderado", afirmó el analista de Banorte. Explicó en ese sentido que al inicio de año hubo un incremento de inventarios en Estados Unidos ante el temor de que el gobierno estadounidense impusiera el impuesto conocido como BAT o fronterizo a algunos productos, lo que a finales de año se traducirá en una desaceleración de la demanda externa y de las exportaciones. 

Como se ha visto a lo largo del año, el reporte de estimación oportuna del Inegi, confirmó que la industria continúa con descensos: tanto en el comparativo trimestral, como el anual, las actividades secundarias mostraron una caída de 0.5%; mientras que las actividades primarias o agrícolas, se encuentran estancadas con avances de apenas 0.8 y 0.5%, respectivamente.

En Inegi también liberó este martes el estimativo del crecimiento de los estados durante el segundo trimestre -abril-junio- que confirmó que las entidades federativas que tuvieron el mayor incremento respecto al trimestre previo fueron: Baja California Sur, Nayarit, Colima, Sinaloa, Puebla, Coahuila de Zaragoza y el Estado de México, principalmente. 

En su comparación anual, los estados que sobresalieron por el aumento en su actividad económica fueron: Baja California Sur, Puebla, Coahuila de Zaragoza, Guanajuato, Baja California y la Ciudad de México.