Aumentar el salario mínimo es el debate de siempre ante las voces que se oponen con distintos argumentos, que van desde los intereses empresariales, políticos hasta su impacto inflacionario. Desde la iniciativa privada la Coparmex propuso un incremento de hasta 92.72 pesos por día y desde el Gobierno capitalino Miguel Angel Mancera, estiró el incremento a los 94 pesos de los 80 que esta hoy.

En un país donde prácticamente la mitad de su población vive en pobreza es inevitable preguntarse si esta propuesta podría tener algún impacto en tan preocupantes cifras o si es factible en medio de los mayores temores en el incremento del salario.

En diálogo con La Política Online, expertos coinciden en que las mediciones de pobreza sobrepasan el incremento que exige la Coparmex, aunque también aceptan que sería una buena señal e iniciativa para incrementar el valor adquisitivo, pero sigue siendo una medida que queda muy corta para tener un impacto significativo.

Y es que hay varios puntos. Por un lado, el alto índice de población que trabaja en el mercado informal y la dificultad de medir cuánta es realmente la gente que percibe el salario mínimo en este país. 

Además, esta cantidad propuesta por la confederación patronal, sigue siendo insuficiente para apenas abastecerse de la canasta básica.Hay que recordar que el Coneval, -la instancia que mide la pobreza en nuestro país- utiliza una medición multidimencional, que no sólo repara en que la gente pueda acceder a estos productos básicos, sino que también considera otras posibilidades como servicios básicos, educación, salud, recreamiento.

"La canasta básica que incluye 80 artículos, ronda los 60 pesos. Esta propuesta solo alcanza para asegurar un nivel de subsistencia", explicó a LPO, el economista Julio Soto, de Consultores Internacionales S.C.

A pesar de ello, reconocen que es una medida necesaria. "Sería una buena señal que incrementaría el valor adquisitivo", explica Valeria Moy, directora de México, ¿Cómo Vamos?, pero no deja de advertir que "no de tantas personas como la gente piensa".

Y es que los expertos recuerdan que, por un lado, la población que se encuentra en la informalidad representa casi la mitad de los trabajadores; por el otro, el incremento solo afecta a quienes ganan el salario mínimo, lo que es difícil de determinar cuánta población se encuentra en esta situación.

Por otro lado, los especialistas descartan que un incremento de este tipo tenga un impacto en la inflación o que tenga una afectación mayor en los empresarios: "Afectaría si en realidad a toda la gente, incluyendo los que no ganan salario mínimo, ganaran más. Entonces se vería rebasada la demanda", consideró Soto.

En tanto, Moy recuerda que la desindexación del salario mínimo disminuye esa posibilidad. Pero además, aporta un dato importante: un consenso entre especialistas apunta que pasando de los 100 pesos realmente se vería esa afectación, por lo que señala que aún hay espacio para incrementarlo más.

Además, e Soto, señala que al día de hoy la brecha entre nivel de productividad y lo que se le paga a la gente está descompensanda hacia el lado del salario. "La productividad ya está por arriba de lo que se está pagando, por lo tanto si aumentas el salario es compensar lo que actualmente produces. Una de las premisas es que a la gente se le debe pagar de acuerdo a productividad. De ser así, no tiene efectos inflacionarios", argumentó.