Para López Obrador, el factor electoral será clave para que Estados Unidos esquive, al menos en el corto plazo, una crisis financiera. En su lectura, dado a este contexto, no permitirán que se expanda la turbulencia en el sector bancario y tampoco habrá un contagio para México.

El tema fue abordado en la conferencia de este lunes, tras ser cuestionado sobre la posibilidad de diversificar las reservas internacionales ante un posible debilitamiento del dólar. El presidente descartó esta medida, pues aseguró que prevén que la divisa estadounidense se mantenga fuerte, incluso a pesar de estas turbulencias financieras. Pero también lo descartó debido a la integración comercial con este país, así como con Canadá.

En cuanto a la tensión financiera que existe tras la quiebra de tres entidades bancarias, López Obrador se mostró despreocupado: "Se va a superar en Estados Unidos", dijo, bajo el argumento de que se observa un rescate inmediato. Consideró que eso "habla de que no quieren que esto se extienda y se convierta en una crisis mayor", agregó.

El mercado laboral en Estados Unidos sigue fuerte y mitiga los temores de una recesión 

"Ahora se puede descapitalizar un banco y en horas lo vuelven a capitalizar", dijo. Esgrime que esta respuesta está vinculada al ambiente político. "Nosotros seguimos previendo que no habrá ninguna crisis financiera antes de las elecciones en EU", enfatizó.

Pero la incertidumbre en los mercados financieros no se ha disipado tras el hundimiento en los últimos meses del First Republic Bank, el Silicon Valley Bank y Signatue Bank. Por ahora, esta problemática está enfocada en prestamistas regionales, aunque instituciones más grandes han mostrado afectaciones en sus acciones. Tampoco se descarta que otros bancos más pequeños tengan problemas de liquidez.

Por otro lado, está el tema de la recesión. Un temor que la semana pasada encontró calma ante los datos del mercado laboral estadounidense, sorprendiendo al mercado. Incluso el titular de la Fed, Jerome Powell, destacó la resiliencia en este sector como un factor que anticiparía que Estados Unidos logre mantener a flote su economía.

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Esa tranquilidad se vio reflejada en el tipo de cambio, que la semana pasada cerró con un peso en su mejor nivel no visto desde 2017 en 17.77 pesos por dólar. Esta jornada arrancó con una ligera corrección, ubicándose en las 17.83 unidades.

El dato fue celebrado en Palacio Nacional y el presidente destacó que la economía se mantiene fuerte. "Nosotros no tenemos ese problema, afortunadamente. No hay ningún factor de inestabilidad financiera, es un país muy atractivo para la inversión foránea, está creciendo la economía y están creciendo los empleos", defendió.