Después de un receso de ocho horas en la Comisión de Puntos Constitucionales en San Lázaro, 90 diputados -60 de ellos de Morena- expresaron su rechazo a la reforma que el oficialismo y la oposición pretenden realizar al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.

Durante la reanudación de los trabajos de la Comisión dónde se discutiría la propuesta, el diputado morenista Ramiro Robledo Ruiz informó que como respuesta a una petición de PAN y PRD se pospondría la discusión.

Otra morenista que lideró la rebelión fue Irma Juan Carlos, presidenta de la Comisión de Pueblos Indígenas: "Le estaríamos quitando los dientes al tribunal para que pueda garantizar el efectivo derecho político electoral de los grupos minoritarios".

Desde el lado más puro del oficialismo, ya se daba por sentada la aprobación de la reforma, Nacho Mier ofreció una conferencia de prensa en la que mencionaba que los cambios propuestos no violentan ningún derecho de las minorías.

Además, mencionó que ya había atendido a las observaciones de los magistrados y que se descartaba más diálogo o parlamento abierto: "Tenemos todo lo que nos compartieron, ya lo tenemos, compilado de más de 10 años de sentencias".

Por otro lado, la diputada Salma Luévano también apoyó la propuesta de retrasar la discusión: "Esta lucha nos ha costado años, nos ha costado vidas, lágrimas y sangre. Vamos en contra de una reforma regresiva. Sí a las acciones afirmativas. Y además faltan aún más espacios para nuestras poblaciones, no son concesiones ni son caprichos, son derechos, y los derechos político-electorales también son derechos humanos. Con dientes y uñas vamos a defender estos derechos que históricamente se nos deben".

Vale la pena recordar que las dos modificaciones más importantes que proponen la reforma son: Blindar a los partidos de sus decisiones interiores de la injerencia que podría tener el Tribunal sobre estas, como por ejemplo, la ampliación de mandato de los dirigentes, como el caso de Mario Delgado y Alito Moreno, cuyas jugadas ya fueron determinadas como inconstitucionales por el TEPJF.

El propio coordinador de los diputados emecista, Jorge Álvarez Máynez lo mencionó durante una manifestación de su partido en la entrada de San Lázaro: "No tenemos porque validarles sus caprichos al dirigente de Morena ni al del PRI, que quieren violar el estatuto, el periodo para el que fueron electos y que quieren debilitar al Tribunal y por eso vamos a ser muy firmes".

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El otro tema delicado de la reforma es que deja, exclusivamente en manos del Congreso, la designación de las acciones afirmativas que garantizan el acceso de minorías como la comunidad LGBTQ+, indígenas o migrantes a puestos de poder.

Previamente, el presidente ya había manifestado que no, "veía con buenos ojos" a los Magistrados del Tribunal, pero que no se debía limitar la actuación de los jueces. Durante la mañanera del día después, López Obrador recordó el freno que el TEPJF puso a la candidatura de Clara Brugada por la, todavía delegación, Iztapalapa.

"Clarita, gana la elección por un partido que no voy a mencionar e impugnan al Tribunal, la que quería ser candidata. Y como tenía una amistad con los que mandaban en ese entonces, el Tribunal canceló la candidatura de Clarita y de ahí surgió lo de 'Juanito', que fue una hazaña porque cancelaron, fíjense la perversidad de los magistrados, cancelan la candidatura 15 días antes de la elección y le quitan la candidatura a Clara y se la dan a otra señora", mencionó el presidente.