Para la senadora Layda Sansores, la medalla Belisario Domínguez que fue otorgada este año al trabajador de una gasolinera de Guerrero, Gonzalo Rivas, es un galardón para el ex procurador Jesús Murillo Karam.

“Comparto la opinión de Omar García [estudiante normalista sobreviviente de la masacre de Iguala], esta es una medalla que dan al Procurador General de la República que se dedicó en todo momento a criminalizar a los estudiantes de la Normal de Ayotzinapa”, declaró en diálogo con LPO MX.

Este año el galardón del Senado fue otorgado post mortem al trabajador de una gasolinera en Chilpancingo, quien murió por quemaduras en todo su cuerpo tratando de apagar un incendio el 12 de diciembre de 2011, luego de que manifestaciones de estudiantes normalistas desataran el caos en la zona. Su cuerpo se mantuvo con vida 20 días, para finalmente perderla el 1 de enero de 2012.

“Junto a su personero Tomás Zerón, Murillo Karam es el responsable de que no se sepa la verdad de lo ocurrido durante la jornada del 26 y 27 de septiembre de 2014. Y, por el contrario, es el autor de la tristemente célebre verdad histórica que ya nos cansó. No es un reconocimiento al heroísmo ciudadano, es un espaldarazo a la criminalización de la oposición, de la disidencia, es la criminalización de la dignidad”, ironizó la senadora del Partido del Trabajo.

“¿Por qué entregarla a un trabajador de una gasolinera que realizó un acto heroico? Si ese es el único criterio para dar este galardón, ¿por qué no le dieron la presea a los estudiantes normalistas que auxiliaron a sus compañeros esa trágica noche, arriesgando la vida?”, preguntó Sansores.

Para la senadora, quien merecía la medalla Belisario Domínguez era la periodista Carmen Aristegui, y el grupo de reporteros que ella lidera, "por haber denunciado la corrupción de Enrique Peña Nieto en el famoso caso de la Casa Blanca. Ella y sus reporteros merecen esa presea, no el ex procurador".

Por su parte, el presidente de la Comisión Belisario Domínguez en el Senado de la República, Roberto Armando Albores Gleason, definió a Gonzalo Rivas Cámara como “un héroe de dimensiones civiles que encarna en su naturaleza aspiraciones y reclamos de una multitud silenciosa, pero de firmes convicciones”.

Por ello, y en contraste a la opinión de Layda Sansores, "se reconoce el valor, la solidaridad, la entrega, el amor de los mexicanos que en su heroica lucha diaria permiten el avance del país y la permanencia de los principios que nos dan sentido como nación".