"Se deja sin efectos la parte conducente del Acta de la Octava Sesión Ordinaria del Comité Directivo Delegacional en Miguel Hidalgo, en la que se removió a Linda Elena Ruiz Ordoñez del cargo de Secretaria General. Se ordena al Comité Directivo Delegacional en Miguel Hidalgo que dentro de un plazo de tres días hábiles contados a partir de la lega notificación de la presente resolución, ejecute su restitución a su cargo". (Descargar resolución aquí)

Contundente. Desde el CEN del PAN bajó la orden sin matices. El grupo que conduce Federico Döring deberá restituir en el cargo a Linda Ruiz , quien había sido removida tras haber presenciado el primer informe de gestión legislativa de Margarita Martínez Fisher. Linda fue acusada de traición, de saltar de bando, de abandonar el barco.

El problema comenzó porque Magui Fisher consiguió el respaldo de los players más importantes del panismo capitalino en su evento. Una clara demostración de fuerza que la dejó a un paso de su lanzamiento como candidata por la alcaldía de la Miguel Hidalgo, un territorio que Döring quiere para su grupo.

En ese evento estuvieron Jorge Romero, Mauricio Tabe, Santiago Creel, y también hicieron presencia "virtual" Damián Zepeda y Ricardo Anaya. Una suerte de cargada, versión panista. Pero como explicó LPO, la presencia que más molestó fue la de Ruiz, secretaria general del PAN-Miguel Hidalgo y vinculada históricamente a Döring.

Los días posteriores al evento, los cercanos a Döring maldecían a Ruiz, a quien acusaban de traidora. El más molesto de todos era Saúl Martínez Flores, principal operador del diputado federal en la delegación.

El problema era casi aritmético. El año pasado, la división de los grupos de Santiago Creel y Jorge Romero en la Miguel Hidalgo permitió una victoria de David Silva como presidente del Comité Delegacional. Los cercanos a Döring se quedaban así con el control del territorio, y alimentaban así su ruta para colocar a los candidatos para 2018.

Pero un suceso cambió los cálculos: en la Asamblea Constituyente, Creel y Romero platicaron, se acercaron y empezaron a formar una suerte de alianza. La unión de fuerzas pone al equipo de Döring Casar en una situación de zozobra.

La adhesión de Linda Ruiz los terminó de enfurecer. Döring todavía piensa en Marina Gómez del Campo para la jefatura delegacional, pero habrá que ver si le alcanza con todos los apoyos ya inclinados hacia Fisher. El enojo de su operador Saúl Martínez tiene algo de personal: su propio anhelo de colocarse como candidato a diputado local.

Pese a la resolución de la Comisión de Justicia, aún resta saber qué hará Ruiz. ¿Volverá a tomar funciones o simplemente demostrará que tenía razón y dejará su cargo?