Son momentos decisivos para Miguel Ángel Mancera. En los próximos meses deberá definir su ruta hacia 2018. El Jefe de Gobierno es uno de los candidatos presidenciales que ya alista su campaña desde un cargo de alto nivel, que deberá quedar en manos de un hombre de confianza después de septiembre, cuando comience su licencia.

La Política Online explicó meses atrás que los hombres que perfilaban para ese rol de conducción, una vez que Mancera ya esté en campaña, eran dos. Por un lado está Julio Serna, a quien se le creó el cargo de Jefe de Gabinete tras su salida de la Central de Abastos. Es el hermano de Luis, secretario de Mancera. Los tres son amigos desde la juventud. Nadie de mayor confianza para controlar el gobierno.

El segundo nombre es José Ramón Amieva, actual secretario de Desarrollo Social y ex Consejero Jurídico de Mancera. Su amistad también data de varias años y la confianza es total. Tiene dos activos: su militancia en el PRD y el control férreo de los programas sociales después de la dudosa gestión de Rosa Icela Rodríguez.

En ese proceso, Luis Serna pidió una evaluación total de todo el Gabinete con la intención de oxigenar el equipo de Mancera Espinosa. Solicitó en privado la renuncia de todos los colaboradores para movilizar a los Secretarios, antes de arrancar la recta final que llevará a Mancera a la pelea presidencial.

Ciertamente hay varios secretarios que en los últimos meses de gestión han tenido fuertes cuestionamientos internos y externos. Quizás el caso más resonante es el Tania Müller (Medio Ambiente), que fue criticada incluso por la bancada del PRD en sus visitas a la Asamblea Legislativa por la falta de solidez en los cuestionamientos al desempeño de su cargo, y los reiterados conflictos por temas como el "Hoy no circula" o las muertes en el Zoo.

Pero también están en la mira otros colaboradores del jefe de Gobierno. Por ejemplo, el procurador Rodolfo Ríos Garza, cuya gestión atraviesa por un momento donde la inseguridad está bajo la lupa de todo el país, y por supuesto también de la propia Ciudad.

La idea del pedido masivo de renuncias que hizo Serna era para mantenerlo en privado. Pero desde el Gobierno del DF se filtró la información. LPO pudo saber que en las últimos horas, el secretario particular y hombre de confianza de Mancera le presentó su propia renuncia al mandatario capitalino por haber realizado este movimiento.