Cerradas las negociaciones con la coalición de Morena y sus aliados en Baja California (Partido Encuentro Social, Fuerza por México y el Partido Verde), queda reconocer quién tomará los siete municipios del Estado en la elección de 2024.

Después de revelar que el PES se llevará dos de las candidaturas clave en BC, las alcaldías de Tecate y Rosarito, y a su vez el Partido Verde abrió cancha en Tijuana con la posible postulación de Erik "Terrible" Morales, aún falta por resolver el destino de los últimos cuatro municipios.

Según fuentes de LPO, el resto mayoritario -hablamos de las alcaldías de Mexicali, Ensenada, San Felipe y San Quintín- vendrían a caer en manos de Morena, quedándose con la mayor parte del pastel y sólo compartiendo con miembros de su propia alianza.

Luego de tres carros completos de Morena en Baja California (2018, 2019 y 2021), pero bajo una nueva estrategia el gobierno marinista, lograría quedarse con el poder en todo el Estado, tal vez no con un "carro completo" tradicional, pero sí haciendo uso de las negociaciones que se acaban de cocinar. Considerando en la fórmula al líder sindical Pedro Haces, dueño y señor de Fuerza por México. 

"Sólo Mónica Vargas y Claudia Agatón se acercaron, tocaron las puertas y dijeron que darán continuidad a mi gobierno"

En Mexicali, por ejemplo con la actual diputada Julieta Ramírez inscrita para el Senado, Netza Jáuregui queda como el favorito para alcalde de la capital. Sin embargo, resta clarificar la fórmula que se seguirá en cada uno de los municipios, pues como bien se sabe Morena tiene como uno de sus principios la paridad de género, y actualmente con Norma Bustamante al frente es una mujer quien ocupa la silla.

Por otro lado, Ensenada que nunca ha sido dirigido por una mujer, tiene como favorita a la antigua petista Claudia Agatón que ahora, consciente de sus posibilidades, mudó sus intereses al partido guinda. Mientras, como contraparte está la ex oficial mayor Rocío López Gorosave quien, como bien se sabe, es la favorita de Marina del Pilar aunque no pertenece al grupo del ahora alcalde Armando Ayala, manteniendo una relación hostil con él.

En el primer caso, Agatón Muñiz, cercana al primer edil y con una gran trayectoria en el Congreso del Estado, puso todo en riesgo al lanzarse por la alcaldía. Pues al hacer su registro perdería su eterno lugar en la diputación, quedándose en caso de no ganar la silla municipal, sólo con la posibilidad de participar en una regiduría.

Entre tanto, al senador Jaime Bonilla no le quedó de otra más que replegarse al Partido del Trabajo, al no tener poder de decisión en Morena, dejando atrás a sus protegidos que trazaron su camino, sin él, en el partido que los vio nacer. Así Marina del Pilar, con esta coalición e intento de nuevo carro completo, desplazó al histórico cacique morenista, a quien dejó solo y aislado, sin posibilidad de reelegirse en el Senado y buscando el fuero en una diputación federal.