"No nos puede pasar lo de Andalucía". La frese se repite cada vez más en las conversaciones informales de las segundas y terceras líneas de Sumar y Podemos, las formaciones que, por el momento, pese a tener una coincidencia casi plena en el programa electoral, siguen sin cerrar un acuerdo para armar un frente común a la izquierda del PSOE.

A menos de 24 horas del acto de Yolanda Díaz en Madrid, las negociaciones para que la cúpula de Podemos asista al lanzamiento de la vicepresidenta están rotas. La última charla se produjo el lunes. El jefe de gabinete de Díaz, Josep Vendrell, y la secretaria de Organización de Podemos, Lilith Vestrynge, hablaron por teléfono en un último intento por acercar posiciones. 

Los morados reclaman el compromiso firmado de "primarias abiertas" para elegir las listas, una condición irrenunciable para encolumnarse detrás de la ministra de Trabajo. Desde Sumar dan por hecho que habrá primarias, pero piden tiempo para llegar a un acuerdo "multilateral" -con todas las formaciones que ya se han integrado al nuevo partido- y para definir su instrumentalización, sobre todo con qué padrón se vota a los candidatos.

"En los momentos clave de la historia hay que estar. Podemos ha jugado un papel clave en nuestro país y no hay ninguna excusa para que no esté", dijo Díaz este jueves al ser consultada por la presencia de UP en su acto. "Yolanda tiene la llave del acuerdo", replicó en seguida la secretaria general de Podemos, Ione Belarra.

Yolanda Díaz se lanzará sin acuerdo con Podemos y la interna por la hegemonía de la izquierda ya preocupa al PSOE

Lo cierto es que en medio del fuego cruzado y de las dilatadas y ásperas negociaciones por formalizar el necesario pacto -las dos partes saben que una escisión sepultaría la reedición de un gobierno de coalición-, muchos dirigentes, de ambas formaciones y de lo partidos que apuestan por un frente amplio (Izquierda Unida, Más País, etc., sienten estar viviendo un "déjà vu": la tensión los retrotrae a las autonómicas del año pasado en Andalucía, cuando la izquierda, entre recelos, dudas y desconfianza, firmó una alianza que hizo agua en las urnas. 

El mejor ejemplo es Andalucía. IU consideraba allí que su peso era mayor al de Podemos y, gracias al apoyo de Yolanda Díaz pudo imponer, tras una negociación muy desgastante, a su candidata sin un proceso de primarias conjuntas. Viendo el resultado final, nadie en su sano juicio debería repetir aquello

El 6 de mayo, logró un acuerdo 'in extremis' para las autonómicas en las que arrasó el PP de Juanma Moreno. IU, Podemos, Más País, Equo, Iniciativa por el Pueblo Andaluz y Alianza Verde decidieron ir juntos bajo el lema "Por Andalucía" con la candidata Inma Nieto (IU) a la cabeza.

Díaz y Errejón en el acto de cierre de Por Andalucía. 

Europa Press

Pero fue tan tenso el cierre de las negociaciones que la firma de Podemos se registró fuera de término en la Junta Electoral, lo que desató más crispación durante las semanas siguientes. Los ánimos se tranquilizaron en la recta final de la campaña -Díaz y Belarra viajaron para dar sus apoyos-, pero el resultado fue "desastroso", en palabras de la propia coalición.

Yolanda cede a la presión de Podemos y habrá primarias en Sumar para definir candidatos 

La izquierda pasó de los 585.000 votos y 17 diputados en 2018 a 281.000 y cinco escaños en 2022, una derrota más que evidente.

Toni Valero, de Izquierda Unida, presentó meses más tarde un informe político sobre los motivos del inédito traspié. La "fragmentación del espacio de izquierdas" y "la pesada digestión de un pacto electoral un "trágala" forzado por Podemos" fueron, a juicio de este dirigente, los dos principales factores que llevaron a perder miles de votos.

Un año después, muchos ven un escenario similar a nivel nacional. Todas las fuentes dan por hecho que el pacto entre Sumar y Podemos se va a cerrar, pero el temor es que, como pasó en Andalucía, la imagen de "falsa unidad" espante muchas adhesiones, sobre todo a los sectores menos movilizados. 

En los momentos clave de la historia hay que estar. Podemos ha jugado un papel clave en nuestro país y no hay ninguna excusa para que no esté

Lo que está en juego no es si habrá primarias, algo en lo que todos parecen estar ya de acuerdo, sino cuándo, con qué censo y en qué momento del proceso. Lo que está en juego, en definitiva, es el "peso de cada fuerza" y la reconstrucción de una "hegemonía" a la izquierda del PSOE que, hasta ahora, era exclusiva de Podemos. 

En una reciente columna de opinión, el exvicepresidente y fundador de Podemos, Pablo Iglesias afirmó que "no confluir sería una pésima noticia no solo para la totalidad de esas fuerzas en términos electorales, sino que haría casi imposible la reedición de un gobierno de coalición y pondría aún más fácil la llegada de un gobierno de ultraderecha".

Sánchez se fortalece y Yolanda ya habla como candidata en un anticipo de la disputa electoral

Iglesias citó a Andalucía como "el mejor ejemplo". "IU consideraba allí que su peso era mayor al de Podemos y, gracias al apoyo de Yolanda Díaz pudo imponer, tras una negociación muy desgastante, a su candidata sin un proceso de primarias conjuntas. Viendo el resultado final, nadie en su sano juicio debería repetir aquello", advirtió.

El PSOE también toma el "caso Andalucía" como un reflejo de lo que puede pasar este año en las urnas. En Ferraz están preocupados por una tensión que no afloja entre Sumar y Podemos. Todas las encuestas marcan que sin una unidad de sus socios de izquierda, la reedición de la coalición corre mucho peligro.