La Policía Nacional confirmó esta martes que durante las protestas de anoche en la sede del PSOE se constató la presencia de unos 200 infiltrados de "estética ultra" mezclados entre manifestantes pacíficos.

El parte policial avala la teoría de la exdiputada de Vox, Macarena Olona, quien en sus redes sociales ha acusado a "sectores radicales" del partido de estar "parasitando las movilizaciones espontáneas" con un claro fin desestabilizador.

"La intención es que todo salte por los aires y ocurra alguna desgracia. No dejes que te utilicen. Cuando el caos estalle, no estarán. Defender España con Ley y Orden no es tibieza", ha denunciado con un mensaje en X.

Quien fuera candidata de Vox a la presidencia de Andalucía mantiene un fuerte encono con la cúpula de Vox, en especial con su líder, Santiago Abascal. 

En otro mensaje, Olona responde una publicación de su exjefe. "¿Recuerdas Santi cuando era "nuestra policía"? Hoy no la defiendes, sino que la señalas e incitas a una rabia contra ellos que el cuerpo no merece. Es una irresponsabilidad. Y lo sabes. Usar la indignación del pueblo para intereses personales es una vergüenza".

Para la exparlamentaria, los sectores más radicales de Vox "están deseando que prenda la mecha y arda todo le hacen un flaco favor a esa España que ha salido a la calle a decir, con respeto y rotundidad, que está cansada".

Europa Press

Lo que es un hecho es que la agrupación juvenil Revuelta, perteneciente a los de Abascal, está detrás de las tres convocatorias seguidas en la sede socialista.

Abascal niega las acusaciones de Olona y del PSOE. Insiste que la de anoche fue una "manifestación pacífica, sin ningún incidente, hasta que Marlaska y Sánchez han dado orden de gasear a familias, a ancianos y a niños". 

"Quieren que la gente tenga miedo de manifestarse pacíficamente. Quieren que haya violencia. En VOX no encontraran ni miedo ni violencia ¡No manipularán al pueblo español! ¡Movilización permanente!", repite.

Este lunes. Vox ha anunciado una querella contra el Ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, el Delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín Aguirre y los Agentes de Policía con intervención policial en Ferraz.

Para Moncloa, una parte de los manifestantes "eran gentes que hacían loas a Franco y algunos de ellos tienen condenas por pertenecer a organizaciones neonazis".